En navegación, entre Trapani (Sicilia) y Denia.

Los pronósticos se han cumplido, y aquí estamos, con velas “Perkins”, andando a 6,5 nudos de SOG y al 270º. Sopla una suave brisa de componente E de 4 kn. Y eso que la noche empezó muy bien, con vientos de NE de 10 nudos y andando sobre los 5 kn.

Estamos haciendo guardias de 3 horas: Manuel de 21:00 a 24:00 y de 03:00 a 06:00. Un servidor de 24:00 a 03:00 y de 06:00 a 09:00, todos tiempos LT (UTC + 2). Como debe ser, justo en el cambio de guardia de las 03:00 el viento cesa, así que recogemos velas y andamos a motor. Luego a las 05:00 vuelve el viento, mismo componente, un poco más fuerte: otra vez a trabajar. Todo es enrollable y reenviado a la bañera, no cuesta mucho. Tenemos viento hasta las 12:30 de la mañana, cuando nos rola un poco para luego cesar. A las 13:30 parece que vuelve, pero definitivamente todo acaba a las 14:00. Recogemos génova, reducimos un poco la mayor,  motor a 2.200 vueltas, y me da que no lo apagamos hasta Denia.

La presión barométrica llega hasta los 1.020 mb. Y la temperatura en el interior del barco es de 31 grados. Nos dedicamos a leer, dormitar y no hacer mucho. Yo he acabado un libro sobre una pareja que da la vuelta al mundo en un barco de 9 metros acompañados de su perro. Van con tranquilidad, y tardan 5 años. Casi donde peor lo pasan es en Mar Rojo. Ahora por temas de piratería, ya casi nadie se acerca por esas aguas con barcos de recreo. Bajamos algunos partes (más que nada por rutina) y recibimos y contestamos algunos mails de gente que nos sigue, en especial compañeros militares de Manuel (Santiago Barber, Luis Fernando Pereda y otros).

Algunos lo estaban esperando con ansiedad, y no lo acababan de creer, pero ocurre: Manuel que es persona perseverante, anda todos los días trasteando con los curris (señuelo por aquí, plomo por allá, potera por acullá). A las 16:30 UTC marco en el cuaderno de bitácora: pescamos un atún “ala lunga” (bonito blanco  o Albacora) de unos 4 kg. Después de subirlo con mimo, trabaja en limpiarlo y despiezarlo. Ahora reposa bien estibado en bolsas estancas en la nevera, aunque se plantea hacer la conservación en aceite con botes de cristal que ha ido acumulando; con esta calma, tenemos tiempo para todo.

El sol se va poniendo por proa, calor y ausencia de barcos durante el día, nos preparamos para una noche más. Hago la anotación en el cuaderno de bitácora de las 18:00 UTC, y vemos que la corredera marca 21.000 millas. La pusimos nueva al comprar el barco en el 2005. Dejó de marcar a medio cruce de regreso del Atlántico, así que son más de 22.000 millas navegadas en el Irenea. Se ha portado bien con nosotros. Nosotros hemos intentado portarnos bien con él.

Seguiremos informando. Ya queda poco.