29.JUL.09 - POS.- 38 28 450 N 14 57 351 E TIME 14:15 LT

Amarrados
en Lipari, en el Pontile Portosalvo. Sobre las
12 de la mañana levantamos nuestro fondeo, y nos dirigimos a Lipari. Son algo
menos de El Olyvia
se amarra sin problemas, y nosotros, cuando estamos terminando nuestra
maniobra, vemos que el motor no baja revoluciones (y vamos a 2.000 RPM). En
pura lógica Manuel, que va en la rueda, se asusta viendo lo cerca que está el pantalán,
y decide volver a salir. Después de una revisión (en el motor todo está bien,
debe ser de la palanca de la rueda), observamos que el mando si actúa marcha adelante
/ atrás, pero no cambia de revoluciones, en un sentido u otro de Hablamos
con Pippo, y nos dice que en una hora vendrá un mecánico a revisar otro barco,
y le echará una ojeada. Con inusual puntualidad aparece Ninno; desmonta el
mando y vemos que se ha roto la pletina plegada que engancha el cable de
velocidad. Se lleva todo el mecanismo para soldarlo. Se pone luego a cambiar
las baterías y revisar motor del barco que venía a ver. Sobre las 20:30 regresa
con el mando arreglado, lo monta todo, y después de comprobarlo, le doy 100
euros. La verdad es que nos consideramos afortunados. Se ha resuelto rápido y
bien. Ninno es un mecánico a la antigua usanza, que con los medios limitados
por la insularidad, se dedica a reparar más que a cambiar simplemente piezas. El jaleo en
los pantalanes es considerable. Además, con la entrada y salida de ferries, el pantalón
flotante se mueve de manera ciertamente preocupante. Nos damos cuenta que no
pueden amarrar dos veleros juntos, pues los palos tocarían irremediablemente. De
hecho, entre el Olyvia y el Irenea hay un hueco de Acabadas
las reparaciones, paseamos por Lipari, y cenamos en uno de sus restaurantes clásicos,
E Pulera. Como no
estábamos seguros de la reparación, el día anterior habíamos decidido quedarnos
en Lípari, y anular nuestra recalada en Panarea. La mañana la usamos para visitar
el Museo de las Islas Eolicas, y pasear por el caso antiguo y |