28.JUL.09 - POS.- 38 48 105 N 15 14 649 E TIME 09:00 LT

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Tue 28 Jul 2009 08:00

Amarrados en una boya, en la isla de Stromboli.

 

Salimos a las 11:00 de la mañana del día 27 hacia las Eólicas. A primera hora de la mañana, en un borneo bastante raro, impactamos levemente con nuestro botalón en la popa del Olyvia, contradiciendo una de las normas que siempre he defendido: si después de 3 horas fondeado no cambian las condiciones  y nos has tenido ningún incidente en el borneo, no puedes tenerlo. Así que obviamente alguna condición (corriente, viento, ambas) debió cambiar, aunque no lo apreciáramos. Nos movemos de boya, y descansamos un poco más antes de la salida.

 

Sobre las 13:00 horas nos entra un viento de 15 nudos por la aleta de estribor, que nos permite ir a vela muy a gusto, durante casi 8 horas, y a 7 nudos de SOG. Al caer la noche el viento cala,  y arrancamos motor.

 

Conforme nos acercamos a Stromboli, empezamos a ver aproximadamente cada 20 minutos pequeñas bocanadas de fuego y humo. Disminuimos nuestra velocidad, pues queremos llegar con el amanecer. El Olyvia llega primero, y se amarra en una de las últimas boyas. Nosotros llegamos sobre las 08:15, pero no vemos ninguna boya libre, por lo que decidimos fondearnos, cosa que aquí no es fácil. A poca distancia de la playa, la sonda nos indica 15 metros de profundidad. Apenas 30 metros más afuera, la sonda da más de 40 metros.

 

A las 09:00, vemos que algunos barcos se van, y decidimos ir a una boya que queda libre. Pasamos todo el día zanganeando. Cuando empieza a caer el día, y nos disponemos a ir a tierra, se acerca un marinero en gomonne. Pensamos que es para cobrarnos la boya, pero básicamente nos dice que debemos irnos, pues está reservada. Hay una discusión que se calienta por momentos. Los del Olyvia nos llaman preocupados. Al final, seguimos en la boya, aunque no nos garantizan la permanencia. Al Olyvia le obligan a irse a fondearse. Nosotros permanecemos firmes. Es difícil decidir, pues las zonas de fondeo empiezan a llenarse. Al final, viene otro marinero, que de mejor tono, pide que nos vayamos. Le pedimos quedarnos, y al final, después de revisar las reservas, decide que nos podemos quedar…y nos cobra 40 euros. Bueno, quizá hubiera sido mejor ir a fondearse.

 

Con el gomonne del Olyvia y nuestro motor eléctrico, todos bajamos a Stromboli. Paseamos por el pequeño pueblo y cenamos en La Trottola, no muy recomendable.