En navegación, entre Marina Rubicón (Lanzarote) y Marina Sansouci (Santo Domingo, Republica Dominicana)

Antes de anochecer arriamos spi, y ponemos el aparejo de la noche para popas cerradas, a orejas de burro con el génova atangonado. En la primera guardia, Caula y un servidor. Nos quedan unas 20 millas antes de dejar por estribor la punta suroeste de Puerto Rico, que en este caso se llama Cabo Rojo. Acto seguido entramos en el famoso Canal de la Mona, que separa Santo Domingo y Puerto Rico. Orientado en sentido Norte-Sur, mar y viento suele acelerarse y hacen difícil el paso en muchas ocasiones, pero no va a ser la nuestra, con vientos nunca superiores a los 10  nudos. Además, nosotros no nos hemos acercado mucho a costa, y seguimos con una derrota 270º sobre los 17º40’ N, donde según los partes, hay algo más viento que pegado a costa. Luego, cuando pasemos el Canal, daremos rumbo directo a Santo Domingo.

Durante la segunda guardia, con Toño y Mañas en bañera, el viento rola y cala todavía un poco más, y nos hace ir un poco más al sur. Se encuentran con un crucero, y poco más que anotar. A las 04:00 volvemos Caula y yo. La situación sigue igual. Vemos algún resplandor, y algún mercante nos cruza por proa. Amanece a las 07:45 HRB. Con el cambio de guardia, trasluchámos la mayor a la misma banda del génova, que seguimos teniendo atangonado. Empezamos a dar rumbo directo a Santo Domingo, al 292º. Hacemos algo de desayuno, y a la cama, durante dos horas más o menos. Así es la rutina de un barco. Como hemos pasado los 67º30’ hemos vuelto a cambiar la hora, así que estamos en GMT-4 (5 horas de diferencia con la península). A las 16:00 HRB volvemos a ponernos en orejas de burro.

Bueno, como dice Caula “nos queda nada”. Mañas lo resume “estamos lilis”. Cálculos y más cálculos sobre la hora de llegada, planes para el martes y el miércoles. Quien más y quién menos hace sus resúmenes, se recuerdan anécdotas, y con esa facilidad propia de la mente humana, se olvidan de los malos momentos (que tampoco han sido tantos) y se recuerdan los mejores. El Sr. Font va recogiendo sus enseres y preparando sus maletas. Yo, con la hiperactividad que me caracteriza algunos días, le veo y hago las mías en un pis pas. Materialmente ocupo una bolsa con el traje de agua, las botas y toda la electrónica y parafernalia que llevo (Ordenador, GPS, conversores de 12 volts. a 220, alimentadores a 12 volts., cargadores de pilas, radio VHF de emergencia, placa solar, linternas, cámaras de fotos, etc.). Un poco absurdo.

A las 22:00 UTC Antonio habla con Rafael por última vez. Por última vez, nos da pronósticos y las posiciones del Acrobat y de Estella Maris. Nos felicita por la “excelente regata” a todos, nos desea lo mejor, y se despide muy cariñosamente. Hubo una época en la que estas comunicaciones diarias por BLU eran casi el único nexo de unión entre los marineros y “tierra”; la labor de Rafael era imprescindible para obtener pronósticos y ayuda en caso de problemas. Ahora, principalmente con el auge del Iridium, la gente obtiene sus pronósticos directamente, y hablan con tierra con total facilidad. Algunos, enviamos y recibimos mails y podemos hacer un blog que nos posiciona  en Google Earth.

Debido a algún fan del blog, al poco de publicarlo, ya recibimos un mensaje que nos informa de la derrota del Barça con el Atleti. Bueno, si hay que perder, siempre mejor con el Atleti, que es un equipo simpático.  Algunos ya lo ven todo negativo, final de ciclo, etc. Otro, comentamos que seguimos a 2 puntos, y que es el primer partido que hemos perdido en esta liga, y ha tendido que ser en la segunda vuelta; es para estar tranquilos.

Hoy ha cocinado el Sr. Font, ayudado por Toño. Como pensábamos que era nuestra última comida, nos reservamos un buen menú: pollo asado con chanfaina y arroz blanco. De postre, un poco de chocolate negro sin azúcar. Previamente un aperitivo de sardinillas en aceite y dos grandes latas de espárragos calibre gordo con mayonesa. De beber, vermouth y las últimas cervezas.