9.JUN.11 - POS.- 37 32 00 N 30 26 00 W TIME 20:00 UTC

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Thu 9 Jun 2011 19:50

En navegación, entre Antigua y Horta (Azores).

 

Como tantas veces, el mar nos puso en nuestro sitio. Nos las jurábamos tan felices con nuestro genaker y nuestros delfines, que apenas 15 minutos después de enviar el mail, el viento nos cala un poco más, se nos pone un poco más de popa,  y empezamos a navegar a menos de 4,5 nudos, y lo que es peor, la ola nos lo hincha y deshincha constantemente. Nos marcamos un plazo de reflexión, y a las 21:30 UTC esta claro: quitamos genaker y ponemos motor.

 

Intentamos hablar con la Rueda, pero es completamente imposible. Primero no paran de entrar avisos DSC (algunos de emergencia, algunos de rutina), y no escuchamos nada a Rafael. Por el contrario, a Ángelo le escuchamos muy bien. Pero el tampoco escucha a Rafael. Al final, Paco de Bravo 1, que escucha a todos, hace de puente entre Ángelo y Rafael, y nosotros hablamos con Ángelo, que habla con Paco, que le da los datos a Rafael, que le da el parte a Paco, que se lo pasa a Ángelo, que nos los transmite. Menos mal que quedan muy pocos días, y no hay mucho que transmitir. Ángelo resume a la perfección: hasta el día 10 a las 00:00 horas, SSW de 10 nudos. Durante todo el día 10, aumenta a 15 nudos.

 

Así que una noche más a motor. Ya nos habíamos olvidado de ellas. El cielo está despejado, y el mar nos “acuna” por popa con suaves arrancadas. Como no hay nada que ajustar, las medidas guardias duermen en el salón, y se evita algo de frío que ya hace en la bañera, aun equipados con los polares, trajes de agua, etc. Al inicio de la primera guardia de noche, nos cruzamos con un buque de la Armada Holandesa (HNLMS Johan de Witt) Lo crean o no, con lo grande que es el mar, vemos que vamos casi a rumbo de colisión (esto es, nos va a pasar a menos de media milla). Además, va a 16,7 nudos de velocidad. Obviamente, maniobramos. Cuando nos pasan por nuestro babor, nos hacen señales de luces. Nosotros les contestamos.

 

Esta mañana, a primera hora, observamos de pronto una gran manada de delfines saltando a nuestra proa, a cierta distancia. De pronto nos damos cuenta que vienen directamente hacia nosotros. Ruedo un video que creo va a ser pieza para el Nacional Geographic, pero descubro unos preciosos planos de nubes. Si Nano me viera. Pasamos un buen rato con ellos a nuestro alrededor. Al final, como siempre, deciden irse de la misma manera que llegaron.

 

La sensación ya la conocen muchos. Ya estamos casi ahí. Kiko se levanta y dice: “Voy hacer inventario de la comida que nos queda, y así avanzo trabajo en Horta”. A los otros tres nos parece bien. A la hora de comer, otra vez los delfines a nuestro alrededor; le digo a Caula: “comida con delfines, la gente pagaría por esto”. Por la tarde, reponemos combustible y traspasamos entre bidones, para quedarnos solo los que nos parecen mejores.

 

Hoy ha cocinado Kiko. Una verduras (Bonduelle, de lata) rehogadas con cebolla; arroz blanco, y pollo ahumado (de Le Marin). Todo bastante bueno. De postre, piña y melocotón en almíbar. La de Caula, con su chorrito de ratafía.

 

Bueno señores, cada vez queda menos. Si todo va bien, esperamos llegar a Horta mañana, a primera hora de la tarde (hora local). También esperamos una pequeña subida de viento, pero suficiente para poder apagar motor. Como siempre, nos acostamos con nuestros mejores deseos, pera mañana la realidad nos despertará con su verdad más cruda. Lo que por supuesto no siempre significa algo negativo.