25.JUN.09 - POS.- 39 07 17 N 09 30 37 E TIME 15:30 LT

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Fri 26 Jun 2009 21:10

Amarrados en el Puerto de Villasimius, junto al Cabo Carbonara, extremo sureste de Cerdeña.

 

La última parte de la travesía, en la bahía de Cagliari,  ha sido a vela, con un viento de 12 nudos por la altea de babor.

 

Es la tercera vez que arribamos a este puerto. La primera vez, con el Ataifor, desde Nápoles. La segunda, el año pasado, en nuestra vuelta a la isla de Cerdeña. Las cosas han progresado bastante, y todo el puerto tiene más vida. Hay una gran cafetería, y algunas tiendas, una farmacia y un supermercado. La primera vez, tuvimos que acercarnos a un camping cercano,  la marina no tenía ni para tomar una cerveza.

 

Pasamos primero por la gasolinera, y después de descansar, baldear y tomar algún expresso, nos cercamos a Villasimius con la tripulación de Olyvia. Las cosas también han progresado en el pueblo, aunque no deja de ser una simple calle con tiendas de recuerdos (camisetas, bisutería y gastronomía sarda) Están montando un mercadillo. La gente que pasa todo el día en la playa en la cercana reserva natural de Capo Carbonara se acerca cuando cae el sol a pasear, cenar, o comprar algún detalle. Y eso hacemos nosotros. Acabamos bastante tarde en el Ristorante Carbonara, y tomamos una buena selección de fruti di mare, pasta y pescados a la plancha.

 

Como siempre, acabamos en el barco y discutiendo Mateo y Amancio sobre el número de modelos de predicción metereológica que existen. Esto relaja a Mateo, que tiene días muy tensos en el trabajo. Duerme a pierna suelta.

 

A la mañana siguiente, me acerco con Juan a buscar filtros para su motor y liquido ATF para la inversora del Irenea. Al volver al barco, hacemos pequeñas reparaciones y nos vamos a la playa, que tiene una calidad de agua excepcional. Hay bastante gente. Junto a ella hay una laguna interna donde bandadas de flamencos vuelan incesantemente.

 

Comemos en el “Café del Porto” una ensalada, pequeña siesta, y a las 18:00 estamos dando bocana del puerto.