En navegación, entre Antigua y Horta (Azores).

Y aquí seguimos, navegando a vela. Ya era hora. Nuestra primera jornada completita. Siempre con vientos del S o del SE. Entre 10 y 15 nudos de intensidad. Vamos con todo el trapo, y hacemos una media de 5,5 nudos de SOG. Seguimos a rumbo directo, y el viento se nos mueve entre el largo y un través puro. El Irenea se mueve poco, a veces parece que está muy parado, pero es una sensación, sigue “devorando” millas hora tras hora.

La Rueda de ayer empezó como siempre con Ángelo. Se le ve bastante contento. Va a 7 nudos  rumbo directo a Horta. Paco del Bravo 1 avanza a motor, y se le ve tranquilo, lleva bastante combustible. Rafael le pregunta si tiene los tanques sucios (el gas oil a veces produce una especie de alga o babilla que obtura filtros y conductos) pero una interferencia hace muy difícil su comunicación. Luego pasamos nosotros, felices de ir a vela por fin. Le comentamos lo del agua de la noche anterior, y nos dice que el “agua es buena porque refresca el cuerpo”. Parece ser que son pequeños frentes secundarios. Nos avisa que el 7 y el 8 los podemos volver a padecer. Nosotros acabamos, y da paso al Danubio, que ya va camino de Gibraltar. La radio no le iba muy bien estos días, y esto enfurece a Rafael. Siempre dice a todos los barcos que al pasar por Las Palmas revisen allí la radio, pues están los mejores técnicos. La mayoría sigue su consejo, pero alguno se rebela, y luego cuando aparecen los problemas, le echan la culpa a Rafael. Recuerda el caso de un sevillano que no hizo caso a su técnico, y luego la radio no le funcionaba, despotricando de Rafael. Voy a obviar las gruesas palabras que le dedicó por si algún infante o cadete lee estas líneas.  Por último habla con el Pakea, pero los ánimos no se calman. Rafael nos informó el otro día que en el Salón Náutico va a realizar un importante anuncio: creemos que se está planteando el fin de la Rueda, pero no suelta prenda. Los que siguieran mi consejo de ayer y escucharan la Rueda por Internet a las 01:00 horas peninsulares, seguro que pasarían un buen rato, que carajo, como diría Rafael.

La noche es muy plácida, pequeños ajuste de vela a pequeños roles de viento nada más. En un momento nos caen unas gotas. Cerramos el barco y recogemos toda la bañera, pero como hace bastante más fresco, en el interior se está bien. De hecho hoy la temperatura máxima ha sido de 26 grados, lo que con el viento que tenemos hace el ambiente bastante fresco. Ya se ven pantalones largos, y por la noche, sudaderas y polares.

El día amanece claro y soleado, aunque con estratos por todas partes. A lo lejos se ve algo de lluvia, pero conforme nos acercamos, se va disolviendo. Empezamos a utilizar el generador para cargar baterías, y su rutina de su carga de combustible. A las 12:00 UTC el viento sube un poco de los 15 nudos, y vamos muy a gusto por encima de los 6,5 nudos. Luego vuelve a calar un poco.

Hoy ha cocinado Kiko, unos huevos estrellados. Con su mejor intención, aprovechando que nos sobraban muchas patatas, ha sufrido las dificultades de freir en navegación; pero salvo algún pequeño retraso en el horario de comida, ha salido muy airoso del lance.