Amarrados en Salina, en el Porto Turístico.

Llegamos sin problemas a Salina, y con cierta sorpresa que el Porto Turístico está materialmente vacío. Habíamos llamado desde Lípari para reservar, y nos das don amarres cercanos, pero no juntos. Hace mucho calor, y nos arrepentimos de haber llegado tan pronto. Paseamos un poco por el pueblo, y comemos en el barco.

Por la tarde, empieza hay gran animación, y al final el puerto se llena completamente. Algún personaje ilustre ha venido en una gran motora amarrada en la punta, y hay todos los tipos posibles de policía italiana (que son muchos), más el clero y los políticos.

Paseamos otra vez por el puerto todos juntos, y descubrimos un pequeño hotel con encanto (cinque balconi), donde nos tomamos un café. Volviendo al barco, ayudamos a amarrar a un barco español (un Sun Odyssey 54DS) con toda una familia catalana en la zona del puerto junto a los ferries.

Cuando cae el sol nos vamos a cenar a Da Franco, donde en el 2005, después de un largo paseo, descubrimos que no había mesa.

Esta vez llamamos previamente, y además, descubrimos que hay una furgoneta que hace gratuitamente el trayecto entre el puerto y el restaurante. Así que el placer el completo.