5.JUN.11 - POS.- 31 29 00 N 40 02 00 W TIME 20:00 UTC

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Sun 5 Jun 2011 19:57

En navegación, entre Antigua y Horta (Azores).

 

Ustedes lo estaban esperando, nosotros también. El día 4 de junio del 2011, a las 20:30 UTC, el motor del Irenea se apagó, después de estar 243 horas funcionando ininterrumpidamente. Diez días completos y tres horas. Nos entra un viento de algo más de 12 nudos, de S, y empezamos a navegar felizmente un poco por encima de los 5 nudos. Volvemos a las rutinas de navegación  a vela, cuidando los reglajes, atentos al piloto. El consumo eléctrico se limita, ya no llevamos el ordenador encendido 24 horas (lo que el también agradece), apagamos el congelador, luz tricolor de tope de palo, generador eólico encendido.

 

Como ya decíamos ayer, tuvimos un día completamente encapotado, y con lluvia constante, de mayor o menor intensidad. Empieza la rueda a las 23:00 horas UTC, y después de Ángelo y el Bravo 1, pasamos nuestros datos a Rafael. Le contamos que ya vamos a vela, se nota nuestra alegría. La Rueda se puede escuchar por Internet, si a Rafael no se le olvida conectarla, y si alguien cree interesante estar despierto a la 01:00 horas de la península para escuchar a unos señores decir cosas raras por la radio. Nos da los partes, en principio viento de componente S de unos 15 nudos durante 4 días. Como dice él, ni comprado en El Corte Ingles. Saludamos a la gente del Pakea, pues se da la casualidad que Juan tiene sus cuentas en la BBK, y le dieron “a buen pecio” unas cuantas chaquetas cortavientos Slam rojas con el logo del barco. El Pakea, con el que Unai Basurto hizo la Velux 5 Oceans en el año 2008 (regata vuelta al mundo en solitario, 5 escalas) se ha reconvertido en un barco que alquila plazas para hacer singladuras singulares. Como ya comentamos, ahora van camino de Terranova, y luego al Labrador. Comenta que ya han dejado el bikini, y van con polares y gorros de lana. Como siempre, dice que tiene poco viento, pero va a 8 nudos de SOG.

 

Fuera ya ha empezado la primera guardia, de Juan y Caula. Después de 12 días en el mar, vuelve el primer ciclo de parejas. Empieza a llover con fuerza. Tenemos que cerrar la puerta del tambucho, pues entra agua con alegría. Juan lleva un traje de agua en condiciones. Caula, por aquello del equipaje en avión, lleva un traje ligero, y la verdad es se está calando a conciencia. Cuando acabo la rueda, abro ligeramente el tambucho, y veo que arrecia con ganas. Es absurdo permanecer en bañera con estas condiciones. Marco guardias en la mesa de cartas, controlando Radar y AIS, y salidas cada media hora a inspeccionar desde la bañera. Quitamos todo el trapo menos un pequeño triangulo de mayor.  Cuando nos estamos preparando para el cambio de guardia, lo que tiene cierta dificultad con los movimientos del barco, Juan me comenta que el barco va a más de 8 nudos, y hemos tenido viento de 30 nudos, y alguna racha por encima de 40. Menos más que habíamos quitado todo el trapo.

 

Y así permanecemos toda la noche. No deja de llover hasta las 05:00 UTC. El barco ha quedado baldeado de verdad. Cuando empieza a amanecer, reponemos combustible, e intentamos apagar motor, pero vemos que con los escasos 10 nudos de popa, y algo de ola que ha quedado, nos movemos sobre los 3 nudos, y lo peor, las velas gualdrapean bastante. Cunde un poco la desesperación, pero es lo que nos manda el mar: seguimos a motor. Nosotros que nos las veíamos tan felices. Y así hemos seguido hasta las 18:00 UTC, en que el viento nos ha rolado un poco a SSE, y ha aumentado a los 15 nudos. Y aquí estoy, por fin, sentado en la mesa de cartas, con el arrullo del mar, y la música de Keane (petición especial de Juan) mientras escribo estas torpes palabras. Como me dice Caula desde su litera de marinero, “pa llorar”

 

Hoy libraba Caula, y primero ha trabajado a destajo el barco, después de la noche movidita. Por supuesto ha elegido su menú: espinacas rehogadas con ajo y un toque de vinagre, y chipirones encebollados (precocinados) con arroz blanco. Más que bueno. De postre, melocotón en almíbar con anta. Él se ha tomado una copa de ratafía. Se la merecía de sobra. Y se agradece poder volver a comer en la bañera.