En navegación (por decir algo), entre Puerto Sherry y Marina Rubicón (sur de Lanzarote).

La guardia de 20:00 a 24:00 transcurrió sin problemas. A las 23:30 el viento cala hasta los 5 nudos, y cada vez se pone más de proa. Decidimos virar y hacer bordo de tierra. Hay una zona de calmas, y acercándonos a costa, parece que encontraremos de 5 a 10 nudos. Sobre las 01:00, el viento vuelve a variar y subir un poco, y volvemos a dar rumbo 240, casi rumbo directo.

Con el cambio de guardia (04:00) el viento empieza a calar y al poco tiempo nos encalmados… y así seguimos. Haciendo 0,4 – 0,6 nudos de corredera. En algún momento viene una brisilla, y el barco se anima, pero al poco se vuelve a parar.

Así que otro día muy tranquilo. Colada, lectura, escritura (Perecaula), duchas y cocina. Hoy me ha tocado a mí. Hemos desayunado huevos revueltos con salchichas y tomate aliñado, y hemos comido estofado de ternera con puré de patatas, y un clásico de Irenea, macedonia de frutas “dos texturas” (naturales y de bote) con ron. Después de la comida, animada conversación de todo el clan catalán, mientras “los otros” duermen la siesta.

Antes de caer el sol, y con 4 nudos de viento, decidimos poner el spi ligero, aunque sea para ir practicando la maniobra. Como nos tomamos nuestro buen tiempo en prepararla, todo se realiza fluidamente, y eso que tiene 165 metros cuadrados. A los 15 minutos, el viento cala y lo arriamos.