Amarrados en Marina de Denia. Alicante.

Estamos a punto de salir hacia Cádiz, inicio de la singladura de este verano, que nos llevará hasta Las Palmas de Gran Canaria, si el viento y los mares nos lo permiten.

El barco está completamente arranchado, y con las últimas instalaciones comprobadas. Solamente nos falta la radio VHF i-Com, que tiene un problema, pero nos la van a enviar a Cádiz.

Como siempre que nos enfrentamos una travesía de este tipo, los preparativos de los últimos meses han sido intensos: cajas en popa para generador y combustible, montaje del piloto de viento (con la inestimable ayuda de Juan), montaje de placa solar y regulador, nuevo ordenador a 12 volts., nueva instalación de antena exterior del teléfono Iridium, lonas antiescora y un largo listado de otras cosas que me dejo.

Viajamos a Denia el viernes 9. El sábado salimos a navegar los tres fratellis con Rosa. Algún pequeño incidente con la bomba de presión de agua dulce, pero en general todo bien. Nos fondeamos cerca de la playa del Raset.

El domingo 11 fuimos a ver a mama a Elche;  Mateo y Rosa regresaron a Madrid, pero nos acercaron a Alicante, donde Manuel y un servidor el Tram-Trenet hasta Denia. Después de ver la final del campeonato del mundo en casa, y de una celebración contenida, dedicamos los tres días siguientes a compras y preparativos finales.

Nos acompañan para este viaje hasta Cádiz el hijo menor de Manuel, Luis, y mi hijo Mateo. Nuevas generaciones para ayudar (y por que no, divertirse).