Por la tarde, desde el Olyvia nos llaman por radio, para comunicarnos que es el 40 cumpleaños de Sara. Nos acercamos a ellos, y le cantamos “Cumpleaños Feliz”. Es lo que tiene navegar con calma total.

La noche transcurre muy tranquila camino de Alghero. Como queremos llegar al amanecer, vamos disminuyendo poco a poco las vueltas de motor. A las 03:00 de la mañana, en la guardia de Amancio, ponemos motor a 1.500 RPM, y navegamos a menos de 4 nudos. El Olyvia nos alcanza y vuelve a pasar por estribor.

Amaneciendo tenemos enfrente Capo Caccia. Sobre las 08:30 entramos en el puerto de Alghero. Se nos acerca un gomonne para indicarnos amarre, pero quereos ir al muelle del puerto antiguo. Como no vemos a nadie, preguntamos a los tripulantes de un barco de Cape Town; finalmente ellos mismos nos ayuda con las amarras. Después de comprobar el calado, llamamos al Olyvia y se amarran a nuestro babor.

Salimos a desayunar y conocer Alghero directamente. Comemos en el barco, y cenamos en un restaurante con “menú di mare” de calidad más que razonable. Para acabar el día, Sara nos invita a unas copas en el Café Latino, desde el que vemos todo el puerto y nuestros barcos amarrados. No se puede pedir más.