30.JUN.08 - POS.- Mahón - 39 51 98 N 04 18 67 E TIME 19:30 LT

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Mon 30 Jun 2008 19:30

Bueno, pues España ganó. Después de la Eurocopa del 2004 camino de Nápoles, que ganó Grecia, y del Mundial del 2006, camino de las Isole Tabarquine, donde en Ajaccio los franceses se reían de nosotros tras haber perdido en cuartos, lo hemos conseguido. Y no por casualidad, por juego y supremacía. Y por hacer equipo. Y por olvidarnos de conceptos carpetovetónicos tipo “furia” y acogernos a obviedades como “toque y juego”.

 

El club social se llenó, y con las cervezas a un euro, lo que provocó algún disgusto de los socios más recalcitrantes. “Han abierto el Marítimo a la calle” exclamaba un disgustado octogenario, como viendo peligrar su pequeño coto reservado. Este es un tema que nos ocupo la comida de ayer, y buena parte del día de hoy. La problemática de los Club Náuticos, las Marinas y sus concesiones.

 

Después del partido nos vamos al barco, picamos algo (por supuesto, atún blanco a la plancha), oímos la algarabía de los Mahones por todo el muelle de Levante, y nos vamos a dormir.

 

Por la mañana, vamos los tres a Ribera. Aclaramos el incidente, y pedimos reserva para el día 6. La cosa no es fácil. Mateo se va a Mahon, Juan se queda esperando al mecánico, y Manuel y yo nos quedamos haciendo pequeñas reparaciones en el Irenea.

 

A las 14:00 horas quedamos a comer, pero el sitio al que pensábamos ir está cerrado. Quizá la resaca de la Selección. Al final, después de dudar, comemos en el LLevant, una antigua marisquería convertida en restaurante griego. Los entrantes, muy buenos. Los principales, conceptos de descongelación poco avanzamos. El servicio, de Buenos Aires. Los precios, más de la época del boom que de la desaceleración.

 

Hacemos  una pequeña siesta, y nos vamos al Café Maritim a ver las últimas previsiones. El pronostico es de poco viento, salvo a la salida. A las 18:00 horas estamos soltando amarras, camino de la gasolinera. El Olyvia hace su repostaje detrás de nosotros, y el tercero en espera es el “Corso”, con Arturo Perez Reverte a la rueda, y una belleza rubia en la proa.

 

Rodeamos lentamente la Isla del Rey, mientras esperamos a que acabe el Olyvia. A las 19:30 estamos en bocana. El Olyvia nos pasa por babor, y nosotros sacamos todo el trapo. Parece que vamos a tener buena navegación hasta bien entrada la noche.