24.JUL.12 - POS.- 38 05 40 N 11 24 20 E TIME18:00 UTC

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Tue 24 Jul 2012 18:02

En Navegación, entre Denia y San Vito lo Capo (Sicilia)

 

Después de una noche bastante buena, navegando con Mestral, hoy el viento nos ha rolado un poco más de popa,  más del W, así que nos ponemos a orejas de burro, y venga “bamboleo”. Aunque todo está bien estibado, algún libro sale volando. Sentimos si algunas de las explicaciones sobre aparejos y maniobras suenan un poco raras para los no habituados, pero este blog es principalmente un cuaderno de bitácora, aderezado con el reflejo de algunas anécdotas y comentarios.

 

El tráfico de mercantes es constante. En un momento dado Manuel maniobra para evitar a un petrolero, pero este también lo hace, y al final nos pasa un poco menos de media milla (900 metros); parece mucho, pero la diferencia de proporciones, y la oscuridad de la noche, siempre hacer que mires con mucho respeto a estos gigantes del mar. Al inicio de las guardias, con Mateo a la rueda, el viento cala completamente; las velas gualdrapean sin cesar; tenemos que recoger el génova y poner motor. A la media hora, ya estamos otra vez navegando alegremente a vela. Los pronósticos afinan cada vez más, pero fenómenos como estos son difíciles de predecir.

 

Hablamos con Rafael en la Rueda. Primero da paso al “Majara”, que anda preocupado por las tormentas, en su entrada al Adriático Sur, recién bordeado el “tacón” de la bota de Italia. Luego vamos nosotros, y por último entra el “Carey”, que acaba de salir del Estrecho camino de Canarias. Tiene poco viento. Rafael le pregunta por sus reservas de combustible, y se alegra al saber que lleva 750 litros. Le regalé a Rafael uno de los libros que escribió nuestro padre, “La legión Desnuda”, y me comenta que le está gustando mucho.

 

La noticia ya no es noticia: seguimos sin pescar nada; ni con los nuevos ni con los viejos aparejos. Ni al amanecer y al atardecer, ni a pleno sol. Recibimos mails  sobre temas familiares y veraniegos. También una llamada de Monse para felicitarme por mi 50 aniversario. Y así pasan las horas. Anotaciones cada 6 horas en el cuaderno de Bitácora, generador cada 12 horas para reponer baterías, lectura, música, ajuste de velas y rumbo, y poco más.  Parece que navegar vaya siempre a ser una aventura apasionante, pero para los que han realizado este tipo de travesías la palabra rutina les recordará muchas cosas. Lo más excitante que ha ocurrido hoy es que se han montado algunas tormentas a nuestra proa; en un momento dado, vemos como se forman algunos pequeños tornados, que surgen de la parte inferior de los cúmulo nimbos. Trasluchamos y damos un bordo al Sur. A los 20 minutos, volvemos a nuestro rumbo.

 

Hablando de rutina, hoy ha vuelto Manuel a la cocina. Arroz blanco con brunoise de verduras y huevo frito. De postre, macedonia de frutas. Ya queda poco. Si todo va bien, mañana por la mañana llegaremos a puerto. Esperamos estar tres noches en San Vito, y luego seguir hacia Messina, con alguna recalada intermedia. Ya no haremos el blog a diario, pero si que informaremos en cuanto nos movilicemos. Mientras tanto, sean felices junto a sus seres queridos.