4.AGO.11 - POS.- 38 11 25 N 00 33 35 W TIME 07:00 UTC

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Thu 4 Aug 2011 06:00

Amarrados en Marina Miramar, Santa Pola. Pantalán D, amarre 115

 

Con la puesta de sol, nos vamos preparando para las guardias. Para ajustarlas a la llegada, las hacemos en horario local. Nos estamos acercando al Cabo de Palos, y siempre hay que estar atentos a la virada de las Islas Hormigas y los bajos cercanos. Vemos un barco que nos cambia constantemente de luces, maniobra de manera extraña. Parece grande pero no lleva AIS. Al final nos pasa por estribor, pensamos que será un pesquero. No pasan ni 3 minutos cuando se nos acerca una lancha neumática a gran velocidad. No llevan luces. Cuando están a menos de 10 metros, dan las luces y vemos los destellos de una sirena azul. Manuel me pide una linterna, y les alumbramos. Vemos 4 personas, vestidas de oscuro, con cascos y chalecos. En los cascos vemos claramente una inscripción: ADUANAS. Paramos maquina. Se nos acercan por estribor, y nos preguntan que por donde pueden abordarnos. Yo les indico que por popa no es posible, pues llevamos el piloto de viento, así que tiene que ser por un costado. Ponemos unas defensas, nos dan los cabos de proa y popa, y se abarloan a nosotros. Una chica maneja el timón y se queda en el barco. Las otras tres personas suben al Irenea, no sin cierta dificultad. Con tono amable, nos indican que es una revisión rutinaria de Aduanas, y que les demos los papales del barco y la identificación de los tripulantes. Despierto a Mateo, que estaba descansando en proa, y le pido su DNI. Al final bajan al interior, y en la mesa de cartas rellenan un formulario con todos los datos. Intentan comunicar con el barco nodriza: “pequeño a grande, pequeño a grande”, pero no hay manera. Son gente muy joven. Para terminar hacen una inspección muy ligera por toda la proa y salón. Cuando se van a ir Manuel les indica que hay también un camarote en popa. Mientras tanto Mateo le da palique al tercero en la bañera. Que si venimos de Azores, que si las pateras, que si Gibraltar está muerto, etc. A los 10 minutos desembarcan, dejándonos una copia del informe. Para que luego digan que en el mar no pasan cosas divertidas. Un poco más tarde les vemos maniobrar y acercarse a otro barco.

 

Luego charlamos con Rafael por última vez esta travesía, y le contamos la aventura. El nos comenta que aunque entiende la importancia de la sorpresa, en el último momento deberían avisar por radio, pues se ha dado más de un caso de gente que se siente atacada, y les ha disparado.

 

Una vez virado el Cabo de Palos, por nuestro babor discurre toda la Manga del Mar Menor, y a lo lejos vemos las luces de Torrevieja. Reducimos un poco el ritmo, pues queremos llegar de amanecida. Sorteamos un par de piscifactorías grandes, a la altura de Guardamar del Segura. A las 07:30 nos aproximamos a Santa Pola, y a las 08:00 ya estamos en bocana. Llamamos a la Marina Miramar (el Náutico suele estar siempre lleno) y nos asignan amarre. Una vez en el mismo, baldeamos, nos duchamos y desayunamos. Se acerca a recibirnos Tula, y le pedimos por favor que traiga el coche, pues Manuel y Mateo quieren dejar mucha de su ropa y efectos personales en la casa de Santa Pola. A las 11:30 salimos para Elche los 4. Toño, que está pescando con Ángel, llegará un poco más tarde a la Residencia. Ramón viene directamente desde Torrevieja. A las 12 coincidimos todos. Vemos bien a nuestra madre, pero algo mareada, seguramente por la medicación. Paseamos un poco con ella, pero al momento dice que está muy cansada. Nos hacemos unas fotos y a la 1 la dejamos comiendo; los seis nos volvemos a Santa Pola. Para festejar que estamos todos juntos, Mateo nos quiere invitar a comer. Al final nos decidimos por un clásico local, el Volantí. Antes nos tomamos un aperitivo ilicitano (sangre encebollada, caracoles y michirones) en el Pagesito. Comemos un arroz caldoso de verduras y sepia. Está bueno, pero nos pasamos la mitad de la comida discutiendo como lo han hecho. Con lo fácil que es preguntar al cocinero.

 

Después de una sauna – siesta, paseamos por el puerto y la lonja. Compramos algún producto para cenar en Denia al día siguiente, tomamos una cerveza en el antiguo Miramar, que ahora es una pizzería y se llama Porto Bello, y nos vamos a picar algo a Casa Rico. Todo clásicos Santapoleros. Nos tomamos algo en casa de Tula y Ángel, y al barco. El calor es espantoso, incluso de noche. Manuel duerme en la bañera, y un servidor con los dos ventiladores puestos.

 

Amanece y Mateo ya está en movimiento. Ha quedado con su salazonero de referencia a las 08:00 en el Mercado. Manuel se va a desayunar, yo cargo combustible y preparo el barco. A las 09:00 pagamos en la Oficina, y a las 09:20 ya estamos dando rumbo a la bocana. Los tres observamos con cariño la Playa de Levante, el Neptuno, las Calas de Santiago Bernabeu, Vatasa, la Playa de Varadero, Santa Pola del Este, el Carabasí, el Faro, Tabarca… cuantos recuerdos de niñez y veranos. “Santa Pola es el Paraíso” Pero nosotros nos vamos a Denia.