En navegación, entre Ponta Delgada (Sao Miguel) y Gibraltar.
Aquí seguimos, cuarto día navegando de ceñida. Nublado y fresco. El
viento, estable, NNE de 15 a
18 nudos. A veces nos rola un poco a N, y nos permite ganar latitud. A veces a
NE, y apuntamos directamente al Estrecho. El Irenea navega alegre. Cada cierto
tiempo una ola pasa por cubierta, algún pequeño pantocazo. Ya se lo habíamos
contado, pero así son las cosas.
La noche ha sido un poco movida. Por alguna razón el mar está algo más
confuso, y el Irenea cabecea contra las olas. Hacemos pequeñas correcciones,
pero solo al amanecer, cuando abrimos nuestro rumbo, la situación se hace más
estable. El piloto de viento funciona muy bien, aunque tiene sus reglas. Si sube
el viento tiende a orzar, si baja, arriba. Ya le hemos puesto el mando a
distancia (un simple cordón para poder mover la rueda desde la bañera) y las
pequeñas correcciones se realizan más cómodamente.
La Rueda empieza por el seguimiento de un barco en el Mediterráneo, el Menenes,
capitaneado por Armando. Está a 130 millas de Palma de Mallorca. Los pronósticos
de Rafael y la realidad no coinciden mucho, es lo que tiene el Mediterráneo. Todos
los hemos vivido. Luego vamos nosotros, nuestra situación continua estable.
Solamente una ligera subida de viento (podemos llegar a los 25 nudos) al
acercarnos a la costa Portuguesa. Por eso queremos seguir guardando Norte, para
poder llevarlo en demanda del Cabo de San Vicente con un rumbo más cómodo en su
momento. No hay ningún otro barco. El Pakea en Québec, nos imaginamos que con
la de Bilbao y el Cónsul. Al final entra Altino, que habla con el “Creoula”,
el buque escuela de la Armada Portuguesa
que salió con nosotros de Ponta Delgada. Es un antiguo barco de pesca de
Bacalao, de 67 metros
de eslora y 4 palos de 36 metros
de altura. Ha estado haciendo unas investigaciones científicas por las Ilhéus
das Formigas. Se encuentra en nuestra latitud, pero 100 millas por delante.
Después de todos nuestros comentarios sobre el libro de Chichester
en la travesía hacia las Azores, Mateo lo empieza con alegría. Ha terminado “La Muerte de Montaigne”
de Jorge Edwards. Manuel sigue leyendo “La Cena” de Herman Koch. Yo,
no lo duden, un clásico de Nick Hornby, “Un gran chico”. No hemos
tenido más noticias del tema Camps, pero a nosotros nos sigue dando para mucho.
Releemos los artículos del Mundo del pasado sábado, y no salimos de nuestro
asombro. Si se hizo un vestuario completo entre 2005 y 2008¡. Música, nada de nada.
Conforme escribo esto, decido poner “About a Boy” la banda sonora
de la película del libro de Nick Hornby, compuesta por Badly Drawn Boy;
altamente recomendable.
Hoy Manuel nos ha cocinado un empedrado (ensalada fría de alubias
blancas) y unas brochetas de solomillo a la pimienta. De postre, melón con caramelo.
La pesca, para alegría de Caula, ni la tocamos.