En navegación, entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Lucía.

Estuvimos navegando con el spi hasta las 03:00, pero materialmente ya se estaba hinchando al revés. Lo arriamos, y encendemos motor. Ahí esta la calma. Amanece con un cielo plomizo, y chispeando. Sobre las 09:30 nos entra un chubasco, con algo de viento. Decidimos apagar motor, y el barco va alegremente. Yo pienso que va a ser pasajero, pero la verdad es que una vez pasado, sigue la lluvia y algo de viento, y vamos bien a rumbo. Como es algo inestable, y hay algunos chubascos con viento, trabajamos bastante en los aparejos. Ahora a orejas de burro con mayor y génova atangonado, ahora quito el génova y pongo el geenaker, ahora quito el geenaker porque sube el viento, y vuelvo al génova, pero todo a la misma banda. Al final, media mayor y génova, y andamos bien. Claramente hemos pasado el final de un ciclo meteorológico. Por la tarde, el cielo clarea, sale el sol, vuelve el calor, el viento va calando.

Ayer hablamos con Rafael a las 22:30 UTC. Un Moody 64 español, el “Saliar”, intenta también hablar con él, pero se le escucha a duras penas. Es curioso, porque lleva una radio muy potente (de 500 Watios, la nuestra tiene 150 W.)  Rafael reniega de los instaladores nacionales. Dice que no saben bien lo que hacen, que solo en Las Palmas lo hacen realmente bien. Comenta que incluso una vez su técnico de Las Palmas fue a revisar un barco al que no le iba nada la radio… y descubrió que la instalación no estaba realizada. Estafa completa. Ana, la mujer de Caula, le llama por teléfono a través de la radio. Antes del Iridium, esta era la única manera de hablar con familiares desde este tipo de barcos. Intimidad cero. Todos escuchan. Se lía un poco al hablar, tiene que esperar a que acabemos desde el barco, y debe decir “cambio”. A los pocos segundos ya se establece comunicación fluida. Luego, como todas las noches, comunico con el “Sir Drake”, que va un poco por detrás de nosotros, y comentamos brevemente avatares del día, y la meteo.

Por la mañana nos bajamos el parte de meteo y las clasificaciones de la ARC. También recibimos algunos mails de familiares. Vamos ganando alguna posición, aunque ya más lentamente. Sabemos que la gente se ha asustado por la ETA (Estimated Time of Arrival) que nos indicaban en la página oficial, pero era por la estrategia de no ganar Oeste hasta bajar a los 14ºN. Cada día vamos mejorando, pero ya no va a haber grandes cambios.

A última hora Mateo nos manda mensajes cortos, informándonos del caos aéreo, y de las medidas del Consejo de ministros. Escuchamos algo de música por el equipo del barco, pero todo clásicos: Pink Martini, Astor Piazzola, The Blue Nile, Jorge Drexler, Ray Lamontagne, Keane, Adele, etc. Duchas de todos en cubierta con la puesta de sol, que es bastante espectacular. Un grupo de delfines se acercan a lo lejos a jugar con la proa del Irenea. Nos hartamos de hacer fotos y vídeos.

Hoy ha cocinado Juan: lomos de atún a la plancha con compota de tomate. De postre, una reinvención de la tarta de de abuela, con galletas chiquilín, leche condensada y chocolote. Como ha llovido toda la mañana, y el barco iba cerrado, el calor dentro ha sido considerable, así que tiene merito doble.

Y así seguimos, felices, sin más incidencias, esperando que después de 12 días nos entre por fin un alísio estable para poder “acelerar” hasta nuestro destino.