En navegación, entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Lucía.

Juan nos preparó una tortilla de bonito sobre tostadas de pan de molde. Manuel y un servidor entramos en la guardia de 21:00 a 24:00. Avanzamos a buena velocidad (sobre los 6 nudos). A las 23:00 me bajo a la radio, para la rueda. Oigo a Rafael a duras penas, pero consigo tomar todos los datos. El no consigue escucharme casi. Me vuelve a hacer de enlace Juan del “Gran Kamajan”. En teoría se pueden seguir estas conversaciones en Internet, a través de la página web de la Rueda de los Navegantes.

A las 24:00 nos vamos a dormir, y sobre las 01:30 me despierta el ruido de la mayor gualdrapeando: nos hemos quedado sin viento. Por decir que la ciencia meteorológica avanza. Y así seguimos toda la noche, no avanzamos a más de dos nudos. Tenemos un viento del norte de unos 4 nudos. Con el cambio de guardia, quitamos mayor, y vemos que el geenaker se hecho un caramelo con el enrollador de génova. Lo deshacemos, y decidimos poner el 75% del génova atangonado, y el 50% de la mayor a la otra banda, retenida, en orejas de burro. Avanzamos muy lentamente, pero al menos es estable.

A las 09:00 decidimos cargar baterías con el motor principal, y durante esas dos horas, avanzar un poco (esto es, ir a motor). A las 11:00 apagamos motor, y la situación no es mucho mejor, quizá un par de nudos más de viento. Decidimos sacar el spi. No me duele decirlo, es la primera vez que lo usamos. El Roll Gen es tan cómodo, que siempre nos da pereza. Cuando se lo cuento a Caula, me mira con una cara entre sorpresa y preocupación. Yo no estoy agobiado. Antonio ha sido un buen maestro, y además nuestro spi lleva calcetín. Lo subimos sin problemas. Ajustamos ángulos, tangón, braza y escota… y todavía lo tenemos ahí. El viento sigue del NNE, 6/7 nudos, y hacemos 4 nudos. Con la ola se deshincha un poco, pero va tirando de nosotros. Intentamos llevar la  mayor al principio, pero como es bastante de popa, probamos y vemos que casi nos quita más que nos da, así que la reducimos un 50%.

Con el cambio de guardias, también se ha permutado el orden de libranza. Me ha vuelto a tocar a mí. Como el día era tranquilo, me he esforzado: aperitivo de espárragos con mayonesa, y de principal una ternera estofada con vino tinto y setas. De postre, naranja preparada con ratafía y caramelo. De cena, cardo con almendras. Me he llevado un gran disgusto: la mayoría de las setas deshidratadas que compré han aparecido con un moho verde. Me da que deben respirar un poco, y yo las puse en una bolsa al vacío. Caula ha tirado por la borda, con cara de felicidad, todo mi arsenal de boletus y trompetas de la muerte. Bueno, nos quedan los rissottos con trufa negra.

Si todo va bien, mañana a última hora de la tarde deberíamos estar a la altura de Cabo Verde, pero con esta marcha no sabemos. Parece que el alísio se va a instalar a partir del día 2. Esperemos que dure.