En navegación, entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Lucía.

Como tantas veces en el mar, no hay que dar nada por descontado. Decíamos ayer que íbamos a cenar rostidera de patatas, pero descubrimos que en el Mercadona de Las Palmas nos han servido un tipo de tubérculo de nueva generación, con aspecto de patata, pero dureza del metal. Ya dicen algunos que no hay que abusar de los transgénicos. Total, que después de casi hora y media de horno las patatas seguían duras. Las dejamos para el día siguiente, y rápidamente hacemos unos huevos fritos con jamón York y guisantes.

Tenemos una fantástica puesta de sol y una salida de luna más que espectacular. Empezamos las guardias Juan y un servidor. Andamos sobre los 6 nudos, con geenaker y mayor amurados a estribor, y viento del E de 8/10 nudos que nos entra por través. Damos rumbo bastante sur. La mitad de la guardia llevo el barco a mano, es un aparejo bastante cómodo. En el cambio de guardia, decidimos ir un poco más al oeste. Como el viento nos viene más de popa, quitamos mayor, y sacamos génova atangonado por babor, y damos rumbo 245º. Ganamos casi un nudo. Para esta travesía habíamos preparado la maniobra de las dos velas de proa (génova y yankee), incluso ambos atangonados, pero por ahora triunfa el génova atangonado y el geenaker. Quizá porque este último es pequeño y nos permite en algunos casos incluso el viento un poco por debajo de los 90º de amura.

A las 23:00 vuelvo a intentar hablar con Rafael del Castillo. Le escucho algo más que el día anterior, pero todavía no logro entenderlo. Es normal, estamos todavía demasiado cerca. En este caso, nos hace de puente la embarcación “Gran Kazan”, que ha salido ayer de Cabo Verde hacia el Caribe. El Duende está llegando a su destino a Brasil. Nos pasa la meteo que le transmite Rafael, que coincide bastante con las previsiones que teníamos.

La noche es tranquila; los barcos alrededor van disminuyendo. En algunos momentos el cielo se nubla bastante, y en otros está completamente limpio. No se ven muy bien las estrellas, hay luna llena. Nos alternamos durmiendo en bañera. Seguimos con el VHF en el canal 77, el oficial de la ARC,  (y “dual watch” con el 16) y cada cierto tiempo hay algunas conversaciones, todas ellas en ingles.

A las 04:00, nuevo cambio de guardia. La situación permanece estable, aunque el viento a veces baja un poco de fuerza (y nuestro aparente se pone un poco más de popa) pero en unos minutos vuelve a su intensidad y dirección. A las 07:00, con el cambio de guardia, volvemos al aparejo de mayor y geenaker a la misma banda. Y así seguimos hasta ahora. Llevamos más de 54 horas el geenaker arriba. Lo revisamos bastante, por ahora no parece sufrir, pero no creo que aguante esta tralla toda la travesía.  Estamos haciendo buenas medidas en esta jornada (cercanas a los 7 nudos). Por la mañana nos hemos bajado un nuevo parte, y hemos revisado los que nos envía la organización y parece que mañana tendremos calma. Se esta generando una gran baja en el Atlántico norte, sobre los 40º, y se va a desplazar rápidamente hacia el Este. En su parte inferior puede darnos vientos de proa sobre los 18ºN, o incluso un poco más abajo. Además, va a afectar a la estabilidad del alísio, así que estamos bajando lo más rápido posible hacia el Sur. Como esta regata permite poner motor (declarando las horas utilizadas y la distancia recorrida, y compensando al final) nos planteamos utilizarlos mañana. Pero ya se sabe que hacer planes por adelantado no es lo mejor en el mar, si no que se lo digan a las patatas, que acabaron esta mañana por la borda.

Hoy me ha tocado “libranza”.  Lo entrecomillo, porque entre limpiar el barco, bajar partes meteorológicos y correos en el ordenador, cocinar y limpiar todo después, he mirado un poco con envidia a Juan mientras devoraba un libro en la bañera. Hemos comido una ensalada de brotes de bambú con champiñones. Seamos sinceros, suena muy bien, pero era todo de bote (de procedencia Napolitana) y estaba bastante malo. De principal hemos tomado unas brochetas de solomillo adobadas con soja y mostaza, y acompañadas de patatas a lo pobre. Si, no he tenido miedo a enfrentarme a ellas. Pero he de reconocer que en la lucha me he pasado un poco, y casi ha sido una “ratauille” de patata, pimiento, cebolla y ajo. De postre, un clásico: “macedonia dos mundos” (natural y de bote) con manzana, plátano, naranja, mandarina y melocotón y piña en almíbar. En honor a nuestro puerto de salida, le he añadido una dosis de Ronmiel Guajiro.

Por la mañana hemos hablado por VHF con el “Texel”; es una impresionante goleta inglesa de 30 metros, toda ella manejada por marineros gallegos, con la excepción de un Holandés. Hablamos de los horarios de la rueda, y de la comida que llevamos cada barco.  Al final de la conversación se une el “Sir Drake”, un Hanse 470 cuyo capitán es Jordi Canals.

A última hora recibimos algunos mensajes en el Iridium, lo que siempre alegra el alma y la mente. Nos enteramos del caos de Irlanda, y Mateo nos dice que casi es mejor no volver, que los siguientes somos nosotros. Luego nos manda telegráficamente un poco de todo: caso asilo de Olot, bombardeo Koreano, tanga desaparecido por photoshop de la novia de Ronaldo, falta de modestia de Mouriño. Caula, Juan y Manuel ya las están comentando en bañera. Con esto ya tenemos para varios días.