16.JUL.10 - POS.- 37 35 58 N 00 59 09 W TIME 19:00 LT

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Fri 16 Jul 2010 18:00

Amarrados en el Real Club de Regatas de Cartagena. Murcia.

 

A las 09:00 nos levantamos. Manuel se va a comprar pan y periódicos, y yo voy arranchando el barco para salir. Los chicos, por supuesto, duermen a pierna suelta. A las 09:45 nos dirigimos a la gasolinera de la Marina Miramar (ahora hay hasta tres opciones con la del Náutico y la del Tórtola), y a las 10:00 estamos en la bocana dando rumbo a Cabo de Palos.

 

Pasamos cerca de Guardamar y Marina de las Dunas, donde estuvo el Ataifor antes de moverse a Denia. Se ven buenas playas, y mucha construcción. No hace falta ser Greenpeace para darse cuenta de algunos excesos.

Más adelante, Torrevieja, el final de la provincia de Alicante, y el inicio del Mar Menor. Damos rumbo a pasar entre las islas Formigues. Ahí poco viento, y vamos a motor.

 

Comemos unos filetes a la plancha con arroz blanco y ensalada. De postre, melocotones.

 

Al virar Cabo de Palos, decidimos darnos un baño, y nos fondeamos junto a Cabo Negrete. Playa pequeña y solitaria, de arena negra. Agua fresca pero limpia. Los chicos disfrutan. Transcurrida una hora, levantamos ancla y vamos hacia el Cabo del Agua y el islote de Escombreras.

 

Recordábamos haber pasado entre el puerto industrial y el islote, pero descubrimos que una ampliación del puerto lo impide. La cartografía del Raymarine E-80 está anticuada, pero la del ordenador si tiene esa actualización. Están construyendo unas plataformas petrolíferas.

 

Damos a la bocana del puerto interno, y llamamos al Real Club de Regatas, donde nos amarramos en el mismo pantalón flotante de siempre (casi diría que en el mismo amarre que las otras dos veces). Todos los barcos dan proa al pantalán, lo que nos mosquea un poco, pero nosotros vamos de popa, pues recordamos que es muy bajo, y la rampa se inclina de manera peligrosa.

 

Una vez amarrados, los chicos y Manuel se van a realizar unas compras, y yo hago la inscripción (33 euros por una noche, me sigue pareciendo muy barato)  y baldeo el barco.

 

Luego duchas, y a cenar. Mateo y Luis ven un Burguer King y eso es amor a primera vista. Los volvemos a citar a la 1 en el barco, y nosotros enfilamos la calle peatonal principal de Cartagena, donde volvemos a las tapas, esta vez en “La Mejillonera”, que es económico pero de calidad justita. Damos un pequeño paseo, y volvemos al barco, donde vemos pronósticos, y nos tomamos un Gin Tonic. Si no fuera por que falta Mateo Senior, todo de lo más normal.

 

Por alguna extraña razón, Cartagena siempre nos ha gustado. Tiene  un buen puerto natural, y quizá es esa profunda transformación de ciudad industrial que no interesaba a nadie a ciudad para vivirla la gente, con su centro peatonalizado, sus edificios principales restaurados e iluminados, y la gente en la calle disfrutando de una vida mediterránea más que saludable. Nosotros, como siempre, solo por unas horas. Tantos sitios a los que volver!!!.