El viernes 2 de septiembre, a las 06:00 salimos de Abrolhos rumbo a Ilheus, con viento de unos 14-17 Knts por el traves, lo que nos permitió navegar a vela, sorteando las olas que se habian reducido algo en altura. La ruta es de menos de 200 Nm, asi que llegaremos a puerto sobre mediodia del dia 3.

Todo está tranquilo y controlado cuando, estando solo en la bañera, veo un grupo de ballenas que se cruzan de estribor a babor por la proa del barco, que navega a mas de 7 Knts. Van tres juntas, como si fueran delfines gigantescos (una ballena adulta mide de 14 a 16 metros y pesa unas 35 Toneladas), salen a unos 15 metros del barco y les da el tiempo justo a sumergirse para sortear la proa de ALIENA por debajo; sin embargo, la que va en el centro de las tres va mas retrasada y sale tambien mas tarde y practicamente no tiene tiempo de volver a sumergirse, la veo (o mi cerebro la imagina) "braceando como en los dibujos animados" para ayudarse a sumergirse a tiempo; me agarro fuerte al barco, esperando el impacto, que por fortuna no llega, pero han debido ser milimetros los que ha faltado para el encontronazo. ALIENA mide 18 metros y pesa tambien unas 35 Toneladas, imaginad el choque de dos moles de 35 Toneladas lanzadas una contra otra. Durante los 10 minutos siguientes mi corazon literalmente se me sale del pecho, pero consigo tranquilizarme y reaccionar. ¡Que susto!

Unas horas despues, ahora si que estamos todos en la bañera, una hembra con su cria se nos cruzan a unos 10 metros de la proa del barco, esta vez de babor a estribor. La verdad es que no sabemos que hacer, no es posible reducir la velocidad en tan corto espacio de tiempo, si cambiamos el rumbo corremos el riesgo de "atropellar" a la ballena, nos sujetamos fuerte al barco y, uffff, no pasa nada otra vez, pero ¡otro susto!

Y para acabar de arreglarlo, con las ultimas luces del dia y ya en semipenumbra, otra ballena da un salto al lado del barco y al caer salpica toda la cubierta delantera del ALIENA. La cosa se pone "caliente" y complicada. Nos quedamos blancos y temblando. Siempre nos ha dado alegria ver a las ballenas cuando hemos pasado la costa de Brasil en esta fechas, pero la verdad, ahora cada vez que vemos el resoplido al respirar de una de ellas, se nos ponen los pelos de punta. Es como si un submarino emergiera al lado del velero.

Os dejo una foto y los enlaces a un par de videos, no son nuestros pero son muy impactantes e ilustran lo que digo, se ve que no somos los unicos que pasan sustos.

Para ver los videos (ojo los que tengan conexiones con el consumo de datos limitado) tendreis que copiar y pegar los enlaces en el navegador, mi ciencia no da para mas.

https://youtu.be/4NMATsG9uDE

https://youtu.be/N9VFptRSVc8 

La actitud del velero del video, de mantener el rumbo en lugar de alejarse, me parece erronea y peligrosa, pero ¿quien soy yo para juzgar?

Así que a partir de ese dia, cuando vemos ballenas ya no nos da ninguna alegria, al contrario, estamos esperando que desaparezcan y se acaben de una vez.

Sobre medidodia del sabado 3 llegamos a Ilheus y decidimos darnos un descanso y no salir hasta el lunes para la siguiente etapa. Aprovechamos para hacer turismo y comprar frutas tropicales, que se habian acabado e incluso el domingo nos damos una comilona en el Iate Clube de Ileus, os dejo unas foticos.

Ilheus, la ciudad con puerto mas al Sur en el Estado de Bahia, fue durante la primera mitad del siglo XX la capital mundial del Cacao y en ella medraron los "Coroneles", hacenderos de las fincas donde se cultivaba el cacao, que amasaron grandes fortunas y se construyeron mansiones impropias de una ciudad provinciana y agricola, convertida en foco de placer y lujo, hasta el punto de que en los bares locales se servía como refresco champagne francés. Como muestra, la catedral de marmol blanco de la foto, casi una alucinacion en el entorno donde se encuentra.

Ilheus es además la patria chica de Jorge Amado, famoso escritor costumbrista brasileño que retartó a la perfeccion el ambiente de desenfreno de la ciudad y sus Coroneles, siendo sus novelas mas famosas "Gabriela, clavo y canela", "Tierras del sin fin" y "Doña Flor y sus dos maridos". Yo he leido algunas de ellas y me han divertido mucho. Abajo Carmen junto a la estatua de Jorge Amado frente a su casa.

Y como despedida de Ilheus, los cangrejos que nos comimos en el Iate Clube, acompañados de un guiso espectacular de pescado, pulpo, gambas y verduras (sorry, de este no ha foto).

Sed buenos.

MgM

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