Tobago Keys 12:37.898N 061:21.404W
Como deciamos ayer, los Tobago Keys son las perlas del Caribe. Además, desde que son Parque Nacional de St. Vincent y las Granadinas, cada vez hay mas animales y son menos esquivos, nos hemos cansado de ver tortugas, rayas, mantas y muchos peces.
Pero vayamos por partes.
Dejamos el relato en Grenada, en su capital Saint George, donde
estuvimos dos dias en Port Louis Marina y "recibimos" a muchos
barcos de los navegantes transatlanticos que terminaban la ARC+
precisamente en esa Marina. Despues de marcharnos nos enteramos
que nuestro anterior barco, el Oyster 56 que ahora se llama
Mistral of Porthsmouth, llegaría allí mismo unos dias despues. Una
verdadera pena que no coincidieramos con Chris y Karen por poco,
pero otra vez será.
La siguiente isla en el camino era Carriacou, a unas 30 Nm de
distancia; no la conocíamos, siempre habiamos pasado de largo y
esta era la ocasion. La navegación hacia el Norte en el Caribe es
"cuesta arriba", al menos en el grupo de las islas de barlovento
(de Grenada hasta Martinica), ya que se conjugan el viento,
normalmente del NE, con la corriente, que empuja hacia el W, con
un rumbo del barco, buscando la siguiente isla, mas o menos hacia
el ENE (algun dia explicaré a los legos, que seguro que son muy
pocos, todas estas siglas de los vientos, rumbos y corrientes),
con el desastroso resultado que acabamos con el viento casi en la
proa, sin poder incluso hacer una ceñida a rabiar, suerte si
conseguimos que la vela mayor porte y, ayudados con el motor,
hacemos lo que los ingleses muy eufemisticamente llaman "motor
sailing", dicho de otra manera, navegamos a motor penosamente casi
contra el mar y nos tragamos unas cuantas olas por la proa. Aunque
está muy manido, aplicamos el chascarrillo de "cosas de la
navegacion" y tardamos casi 6 horas en cubrir las 30 millas, que
parecian nada. De hecho, cuando llegabamos, un catamarán que
habiamos llevado delante todo el camino y que ya estaba fondeado
nos recibió diciendonos: "no ha sido tan divertido como parecía,
¿verdad?" con toda la razón del mundo. No me imagino lo que harian
los navegantes del siglo XVI con sus cacharros de velas cuadras,
nada aptas para navegar contra el viento y claro, sin motor
(excepto el gallego)!!!
Sin un motivo aparente o quizás inspirado en alguna fotografia
seguramente mal localizada, me habia hecho una idea de Carriacou
como una isla baja, de largas y bonitas playas de arenas claras;
quizás las haya, pero desde luego Tyreel Bay, donde fuimos a
fondear y dormir esa noche, no tenia nada que ver con mis
imaginaciones. Lo que si observamos es que en unos años estas
islas han crecido muchisimo en turismo. Estan llenas de casas,
suponemos apartamentos
Esta isla es parte de las Granadinas, la mas grande de tamaño, y
junto con Grenada y Petit Martinique, un poco mas al Norte, son
las islas principales del pais, una Monarquia constitucional
parlamentaria cuyo rey es, adivinadlo, hasta hace pocos meses
"Isabelita" y ahora su hijo, Carlos III. Aclaro que el resto de
Granadinas, entre ellas los Tobago Keys, forman parte de St.
Vincent and the Grenadines (SVG), otra monarquia constitucional
parlamentaria, como Grenada, con unos 110.000 habitantes, tambien
como Grenada.
Una caracteristica de ambos paises es que los nativos, que desde
luego no son indios caribes, exterminados en su dia por los
rostros palidos, que son de raza negra, descendientes de exclavos,
desde mulatos a algunos que ni se ven por la noche, se acercan con
sus embarcaciones a ofrecerte todo tipo de cosas, desde barbacoas
en la playa a la puesta de sol, frutas, langostas vivas, pescado,
hasta ostras, como nos sucedió en Carriacou y en este caso
sucumbimos a la tentacion y pedimos una docena, para probarlas.
El buen hombre se fue a buscarlas, no debía tener ninguna esperanza de venderlas y no las llevaba en la barca, ahora os explicaré porqué, y volvió con dos docenas, con lo que empezamos la discusión, porque lo que nos pedía era el doble de lo que pensabamos gastar, en total unos 20 € al cambio, lo que no es poco. Vimos que las ostras eran pequeñas, ya que son de agua salobre, de una laguna cercana comunicada con el mar, pero empezó a abrirlas y cuando nos las entregó, la cosa no tenía vuelta atrás; las tales ostras eran del tamaño de una tellina pequeña, pero en lugar de blancas y nacaradas eran negruzcas y con poco sabor a ostra. Desde luego, por el tamaño, una docena para tres que eramos, no hubiera sido suficiente ni para probarlas; al final Antonio, no sabemos si por repelús, el aspecto no era demasiado apetitoso, o por prudencia, para no coger toda la tripulacion a la vez una diarrea, decidió no comerlas y entre Carmen y yo dimos cuenta de ellas, lo que no fue dificil, dado su pequeño tamaño. Experiencia para no repetir.
Con esto acabó el dia y como el siguiente teniamos que continuar viaje, de Carricou solo conocimos el astillero donde están las autoridades, había que salir de un pais, Grenada, para llegar a otro, SVG, aunque la distancia de una isla a la otra fuera de escasas 10 Nm. Y lo que se resuelve normalmente en un santiamen, aquí nos llevó tres horas de reloj, en la oficina solo había un fucionario atendiendo a la larga fila de veleristas que queriamos salir o entrar en Grenada, aunque mejor dicho, había dos funcionarios, el mencionado y una señora en la mesa de enfrente que le daba conversacion; además, el interfecto atendía su movil particular con un auricular a la vez que hacía los tramites, por lo que cada "cliente" eran unos 20-30 minutos, en fin, hablando de republicas (o monarquias parlamentarias constitucionales) bananeras....
La travesía hasta Union Island, nuestro siguiente destino, como
digo a unas 10 Nm, fue mas tranquila que la anterior, pero tampoco
pudimos navegar a vela, el famoso "motor sailing" otra vez. Con el
retraso en la salida de Carriacou, llegamos pasada la hora de
comer, pero ante la alternativa de que cerraran las oficinas y no
abrieran el dia siguiente, sabado, nos fuimos a hacer la entrada
en el pais y realmente tardamos 10 minutos de reloj, entre la
aduana, la oficina de inmigracion y pagar el permiso de
navegación, que es de verdad lo que les interesa. Estabamos en
Clifton, la "capital" de la isla, que ya conociamos de otras veces
en que estuvimos fondeados y con bastante movimiento, por las
rachas de viento y chubascos habituales, por lo que esta vez
decidimos amarrarnos a uno de los dos pantalanes que hay, en no
muy buen estado, por cierto; el COVID ha afectado mucho a estas
islas, tan dependientes del turismo nautico, que ha sido
practicamente inexistente durante dos años. Para los que conocen
el destino, una mala noticia, el Restaurante de Lambies está
cerrado definitvamente, una vecina nos dijo que habia vendido el
edificio, un motivo mas de nostalgia de cruceros pasados, en los
que eramos "alquilaos" y celebrabamos opiparas y divertidas cenas
en lugares como Lambies, donde descubrimos (al menos yo) las
"Steel Bands". Union Island es una isla mas descubierta por Colon,
pero que practicamente solo pisaron, no dieron importancia y
dejaron atrás por el afan de los españoles de llegar a Tierra
firme.
Ese dia comimos muy tarde, una vez realizados los tramites,pero
la espera mereció la pena, Antonio habia pescado unos dias antes
un precioso Atun Yellow Fin (que mantuvimos en el congelador, como
toca) y Carmen preparó por el camino un estupendo Marmitako y un
delicioso Guacamole con un aguacate de Trinidad, todo ello
acompañado por un vino tinto francés comprado en Guyana Francesa,
una comida de estrella Michelin, como de hecho tiene la cocina del
ALIENA.
En otra entrada Carmen pondrá las recetas.
Despues de comer fuimos a dar un paseo por la capital, nuestra intención era salir el dia siguiente hacia los Tobago Keys, y la encontramos muy animada, incluso con "coros y danzas" en la plaza del pueblo
La mañana del sabado 2 de diciembre cubrimos a motor las 4 Nm que nos separaban de los Tobago Keys; las vistas de Union Island saliendo son espectaculares, aunque no se llegan a apreciar bien en las fotos los colores de los arrecifes de coral que la rodean.
Y como decia una vez mas, llegamos al paraiso del paraiso, los Tobago Keys
Realmente relajados y bañados en aguas cristalinas de color azul turquesa nos sorpendió un acongojante atarcer de los que suceden en el mar y mas particularmente, en el Mar Caribe.
Desde que el conjunto de islas y arrecifes de coral que los forman están protegidos como parque nacional y se paga una tasa por estancia de 10 EC$ (unos 3 €) por persona y dia, la vida marina se ha recuperado mucho y las tortugas son tan abundantes y descaradas, que no tienen miedo de los turistas, como no habiamos visto hasta ahora.
Las fotos de los "animalicos" irán en la siguiente entrada, para
no hacer esta mas larga aun.
Aprovecho para dejaros un enlace a un video del Caroni Santuario de Pajaros de Trinidad que se nos habia traspapelado
Continuará.
Miguel y Carmen
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