Hola otra vez, reaparecemos despues de unas "vacaciones", mil disculpas por la tardanza, pero el llegar a tierra trastoca toda la rutina y, de repente, no te queda tiempo para nada.

Bueno, pues hemos llegado a Brasil, el martes 3 de mayo a las 1500 hora local, aunque todavia no al Continente, sino a la bonita y turistica isla de Fernando de Noronha, a unas 300 Nm al NE de Recife. Ha sido una travesia desde Praia (CV) de 8 dias, que no está mal, sin grandes incomodidades y solo con algunos chubascos al final.

Y para llevarme la contraria cuando decia que cruzarse con un velero en estas latitudes es un acontecimiento, el dia antes de llegar nos cruzamos con otro velero, este si, navegando en la dirección correcta (la misma que la nuestra), que habia salido de la isla de SAL (CV) un dia antes que nosotros y al que adelantamos facilmente. Otra vez nos pasó lo mismo, no aperecía en el AIS y cuando fuimos a llamarlo nos contacto por la VHF, esta vez en portugues: se trataba de un Bavaria 46, de bandera española, comandado por el Comandante Thomas (brasileño de origen frances), con 3 personas a bordo (otro brasileño, Filippe y un aleman, del que no recuerdo el nombre), que se dirigian tambien hacia Fernando de Noronha y con destino final en Caravelas (Bahia), donde el Comandante Thomas lo va a dedicar al charter nautico en Abrolhos, que está enfrente. El barco de llama "La Vie est Belle".

Estuvimos charlando por la radio un rato, al final en español, y cuando nos despediamos el comandante Thomas nos dijo, "por cierto, tengo un problema en el motor y no se como voy a fondear" a lo que yo, como buen caballero español, le respondí "nosotros te ayudamos, tenemos un dinghi grande con un motor potente, cuando estés llegando al fondeo nos avisas y te remolcamos", invitacion está muy agradecida por la tripulacion del "La Vie est Belle", diciendo que no me lo hubieran pedido nunca, pero que ya que me había ofrecido, que aceptaban gustosos y que nos estarian eternamente agradecidos. Como veis, en el mar "pasan cosas", pero en la siguiente cronica os daré mas detalles, porque el tema no quedó aqui, sino que como podeis suponer, se complicó mucho mas.

Fernando de Noronha es una isla realmente bonita, completamente verde y exuberante, sobre todo cuando llegas de Cabo Verde, que de verde solo tiene el Cabo y el nombre, el resto es un erial. Os envío la foto de la piedra conocida como icono de la isla; hay quien dice (nosotros entre ellos) que parece la cabeza de un mono, buscadle el parecido, please. Es una reserva y parque natural y además de las preciosas playas tambien es famoso por los delfines, que rodean a los barcos en el fondeo (el puerto no tiene amarres para los veleros, hay que llegar con el dinghi y sacarlo a la playa). Son delfines rotadores, diferentes a los que hemos visto hasta ahora, son muy pequeños y hacen una pirueta al salir del agua como un giro de sacacorchos, muy espectacular. Lastima que esta vez parecia que solo las crias maspequeñas, que debía pesar unos 2 Kg nada mas, eran las que practicaban las piruetas, desde luego sin la vistosidad de los adultos (lo siento pero no conseguimos hacer fotos).

Para compensar incluyo fotos de otros delfines que nos visitaron el dia anterior al de la llegada, tambien diferentes a los "normales". Se trataba de un grupo muy numeroso, seguro que de 300 o 400 ejemplares, que estaban comiendo, a juzgar por los saltos que daban peces mas pequeños en la superficie y que vienieron a jugar con la proa del barco, como la mayoria de los delfines; pero su diferencia es que eran muy grandes, algunos mayores de 2 metros de longitud y que saltaban de manera coordinada, muchos a la vez, para mi fue la primera vez que vi este comportamiento, nos acompañaron durante mas de una hora y luego se fueron. Como veis, mucha variedad.

Y mañana mas, que ya se hace largo esto.