Adiós Azores

Crónicas desde el océano
Quetu
Thu 2 Jun 2022 16:27

Nuestra estadía en la isla fue mas larga de lo planificado, pero no voy a decir que hubo un solo día de más. Algunos arreglos en el piloto automático nos hicieron creer que nos quedábamos a vivir en Azores y esto nos dejó varias amistades. 


La conocimos a Paula porque cuando salió de un 22 pies abandonado en la marina le preguntamos si era de ella y nos contó su historia: de nacionalidad Alemana, estaba en un intercambio universitario trabajando en una empresa donde avistaban ballenas, y le habían prestado aquel barco para dormir. Si es que podemos llamarlo barco, porque hasta el pontón de la marina flotaba más que ese viejo pedazo de fibra, !Hasta las plantas enraizaban en sus grietas! 


A los pocos días llegó Kemmuna, y hablo con propiedad de este señor barco porque más que un velero era el lugar donde siempre soñé vivir, sin importar donde se encuentre flotando geográficamente. Tripulado por tres Lituanos sub 40, que todas las noches nos deleitaban con sus vodkas y ricos tragos. En Mingo, el Skipper, y Lukas, encontré una calidez humana que me recordó a Latinoamérica. Al terminar mi pintura en la marina -hazaña que procederé a contar en breve- se acercaron con un aplauso y una invitación, por supuesto, a unos tragos. 


Nuestra huella quedó en la marina de Ponta Delgada con un diseño y trabajo que me representó mucho esfuerzo. Mientras Nikita y Jero terminaban el asunto del piloto, y Sasha el papeleo del puerto, yo me encaminé con este largo diseño que me llevó sus merecidas 6 horas. Al hacerse de noche Sasha se acercó con un vino y un Kebab para hacer más ameno el último tramo. De todas formas quedó precioso y me enorgullece haber tenido la oportunidad de hacerlo, con todo lo que representa. 


Me despido para hacerme nuevamente a la mar. Una mar gélida y minada de Icebergs, con pronósticos que no se ven muy lindos y con la incertidumbre que el Polo Norte significa. Otra vez el horizonte sin gracia, el cielo sin pájaros, y la cadencia de las olas zamarreando el barco de una banda a la otra. Otra vez aventura.