ANTÁRTIDA - Inmortal

Crónicas desde el océano
Quetu
Sat 11 Mar 2023 17:27
Llegamos a un lugar donde por primera vez no había gente. Curioso es pensar que me he cruzado más turistas que en Mar del Plata.

Me quedé mirando el hielo. Mi tripulación y los clientes se fueron a mirar el comportamiento de los pingüinos, pero poco me interesaba al lado de esas bocas de glaciar, que exponían sus grietas conforme se iban desmoronando las capas del acantilado. Con el drone recorrí alguna de ellas. Cada tanto, se escuchaba un “crack” y se veía un pedazo de hielo caer desde lo alto de la superficie del glaciar hacia el agua. <Quisiera ser inmortal> pensaba, <para meterme adentro de esas grietas.> Me obsesionaba el equilibrio de cada bloque, y pensaba entonces que si no soy inmortal, entonces el día que quiera morir -si es que esto sucede- o que sepa que voy a morir a la brevedad, vendría a un lugar como este y lo haría.

Qué privilegio tan hermoso de la vida es morir como uno quiera. ¿No?

Entonces corrí hacia lo alto de un cerro. Era peligroso el camino pues una inclinación de unos 40 grados aguantaba en equilibrio a una ladera de nieve y hielo. Recordé esa materia en donde vimos riesgos de avalanchas… y recordé también que estaba sin crampones, ni piqueta, y que si me deslizaba hacia abajo mis botas de lluvia no me detendrían.

Sabiendo todo esto seguí subiendo. Por la radio, mis compañeros que con el drone dieron la vuelta al cerro, me informaron de un acantilado de hielo muy peligroso si me acercaba al extremo derecho del filo. Me detuve entonces en la primer grieta, era intimidante. Misha, Sasha y Alek se sumaron después y dos más se atrevieron incluso a seguir caminando. Tiré unas “medialunas” al pasar un drone, saludé a los pingüinos, y volví al barco.

De noche nos dirigimos a Curverville, por primera vez no vemos cruceros más vemos dos otros veleros fondeados. Uno de ellos es el Elsi, la otra goleta de la empresa. Nos reunimos, finalmente logré hablar español con Tuity (un argentino que forma parte de la otra tripulación), tomé pisco con jugo de pomelo, comí un montón, leí Sherlock Holmes, y aquí me encuentro huyendo de las conversaciones aburridas inentendibles de cada noche.

Eso es amigos… AH, me olvidaba de contar que por primera vez hoy pisé el formalmente conocido como CONTINENTE ANTÁRTICO. Ninguna isla, sino el bien ponderado continente blanco, y es tan hermoso que no alcanzan mis habilidades descriptivas para transmitirlo!!

Ahora si. Esto es navegar!!!!

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share.garmin.com/enriqueta

Abrazo de pingüino.