Catletas con puré

Crónicas desde el océano
Quetu
Mon 20 Jun 2022 19:33
Paamiuk -> Ilulissat


Volvimos a la rutina. Un stop de una noche en Paamiuk nos salvó de otro frente que, aunque esta vez con vientos francos, consideramos imprudente navegar por la presencia de icebergs y una espesa neblina.

Paamiuk es un pueblo de igual tamaño que Nanortalik pero me atrevería a decir que más rico económicamente. Las casas eran de colores brillantes y a pesar de que todas lucían iguales y de buen tamaño, daban a entender que gozaban de un buen mantenimiento y cuidado.

Ni bien llegamos a Paamiuk, incluso antes de tirar un cabo al muelle, una manada de niños entusiasmados vinieron a recibirnos. Al amarrar saltaron al barco y comenzaron a jugar con todo lo que tenían a su alcance. Muy respetuosos, no se atrevían a entrar sin nuestro permiso, y uno de ellos hablaba inglés. Nos contaron que conocían a Messi, Y a.. Roberto Carlos (¿? Atención acá que me confundo con el cantante). Les ofrecí caramelos de dulce de leche y fascinados nos invitaron al último día escolar que se llevaba a cabo al día siguiente.

Para nuestra sorpresa, unas horas después de haber arribado, un polaco navegando en solitario amarró adelante nuestro para refugiarse del mismo frente. No tuvimos oportunidad de hablar con él pero haberlo encontrado en tan remoto paraje me hizo entender que navegar por estas latitudes tal vez es más usual de lo que pensaba.

Los dos días que estuvimos en el pueblo nos acompañó una lluvia incesante. De todas formas realizamos nuestro rutinario paseo por el lugar donde encontramos tiendas desproporcionadas que vendían marcas como Jack Wolfskin, Falksraven (Se escribe así?), Salomon, Northface, y Zara. Me pregunté reiteradas veces en qué estación del año usarían las hermosas polleras y camisas de Zara si nuestra visita en pleno verano no se acercaba a los 10 grados, pero intuyo que de alguna información me estoy perdiendo.

Zarpamos hace algunas horas rumbo a Ilulissat, destino final que tenemos a 430 millas náuticas de distancia. Por el VHF se escuchan los avisos de Aasiaat radio y hago propósito de mencionarlos ya que, por algunas dudas, comencé a leer un manual de GMDSS de radiocomunicaciones que había en el barco muy interesante.

Le dimos el día libre a Maico; al mediodía cociné unos fideos negros con salsa de zucchinis, y Sasha preparó para la cena Catletas con puré, una comida Rusa. Nikita y Jero vieron ballenas, e hice usufructo de dos libros que encontré en la biblioteca: “A maiden voyage” Tania Aebi, (la primera chica que dio la vuelta al mundo sola con 16 años), y “Team Spirit”, un libro de la Clipper Race. Sin dudas ahora me encuentro ansiosa queriendo leer todo en estos últimos tres días.

Una vez llegados a Ilulissat haremos la primera expedición con clientes y luego seguiré viaje hacia tierra firme -si es que así podemos llamar a Copenhague- donde me encontraré con Guille y haremos algunas millas terrestres.

Estimados, esto es navegar, hoy casi nada, a veces un montón. Como la vida misma.