24.MAY.11 - POS.- 16 56 00 N 61 47 20 W TIME 16:00 LT (UTC-5)

En
navegación, entre Martiníca y Horta (Azores). Tenemos la costa sur de Antigua a solo A las 18:00 LT iniciamos los bloques de guardias, sin mayores
complicaciones, salvo que con el calor, el chaleco se hace pesado. A esa misma
hora intento conectar con Rafael del Castillo, pero me es completamente
imposible. Kiko hace sus guardias a la rueda, no le gusta ir con piloto. Dice
que así va más atento. Se nota que sabe lo que maneja. La primera guardia la
hacemos los dos despiertos. En nuestro segundo bloque (de 00:00 a 03:00 LT) nos
turnamos durante hora y media cada uno, mientras el otro duerme. Está bien
arrancar suave e ir descansado. No hablamos mucho durante nuestras guardias,
pero no pasa nada, ya habrá tiempo. Durante toda la noche tenemos la costa oeste de Dominica a nuestro
estribor. Al amanecer, ya estamos en el canal entre Dominica y Guadalupe, cerca
de Les Saintes. La navegación es muy similar a la de cualquier día de julio en
el Mediterráneo. El termómetro marca 37 grados. A nuestro estribor, la isla de
Montserrat, cuya parte sur (incluida la capital, Plymouth) fue destruida por
una erupción en 1995. Nuestro plan es entrar en Falmouth Bay, y ver si podemos pasar la
noche, bien fondeados, o bien en el Antigua Yacht Club, para hacer combustible
mañana a primera hora, alguna compra de fresco, y salir hacia Azores
directamente. También queremos actualizar meteo con banda ancha; las
previsiones que tenemos nos indican poco viento, y de no muy buen componente.
Es lo que hay. Para poner ejemplo, me puse el primero en libranza (Manuel pensaría
casi como castigo). He trabajado la limpieza a fondo (baños, cocina, salón,
suelo, y le he pasado politus a toda la madera). La verdad es que he exagerado
un poco, pero lo he hecho para ver si se pican. Caula me ha dicho: “mañana
no va a haber nada que limpiar, deja algo, por favor”. Juan ha ido
tranquilo, leyendo, y atento a la navegación. He cocinado unos filetes de Panga
(pescado que cocinaba y comía por primera vez) a la plancha, con aceite y soja,
acompañados de puré de patata, berenjena a la plancha y ensalada verde con atún
y apio. De postre, naranja preparada con ron miel. Puedo concluir que la panga,
además de soltar una asombrosa cantidad de agua de su interior (era congelada) tiene
uno de los sabores más insulsos (con los palitos Kresia) que he comido en mi
vida. Como era un bolsón, todavía nos quedan unos cuantos filetes. Habrá que
pensar otras preparaciones. |