En navegación, entre Marina Rubicón (Lanzarote) y Marina Sansouci
(Santo Domingo, Republica Dominicana)
Esta noche me ha tocado el “sándwich”, dos guardias (de
20:00 a 12:00 y de 04:00 a 08:00) con Caula. Ha sido una noche tranquila.
Estuvimos navegando a rumbo 230 / 240, y el viento fue variable, con una base
de 15 nudos, en algunos momentos subió a 20 y en otros bajo a 10. Como llevamos
poco trapo, no hay mucho que hacer. Por la mañana, cuando ya nos encontramos
sobre el 16º 30’
el viento empieza a rolar, y por fin nos entra un poco de componente NNW. Esto
nos permite ir a nuestro rumbo directo (que ahora es el 279º) y con un ángulo
de viento aparente de 50º (un lujo comparado con lo que hemos llevado).
Pensamos que hoy es un día básico en la estrategia. Antonio
consulto los pronósticos detenidamente, y decidió que sobre esta zona (16
medio) teníamos componente Noroeste, que nos permitía ir a rumbo casi
directo. Sobre los 17º medios todavía teníamos que esperar un día más. Así que
a sabiendas de perder un grado y sus correspondientes 60 millas hacia el sur,
decidimos bajar durante toda la
noche. Por ahora todo se ha cumplido. El tiempo dirá si hemos
acertado o fallado. Aún así, el ánimo ha crecido entre todos. Nos han informado
que Pilar va detrás de nosotros, y que el catamarán Skipper, se ha pasado a
open (además iba en otra categoría) por lo que somos primeros en el grupo de
perseguidores de los dos de adelante (Niob VI y Macaco) y el open Aneki.
Llevamos todo el día 15 nudos del NW y vamos con todo el génova y mayor con un
rizo, navegando en muchos casos por encima de los 7 nudos.
Antes de la guardia, Caula, Mañas y yo oímos el partido del Barça.
Durante la primera parte de la guardia oímos a ratos el partido del Madrid, e
informamos a Antonio de los goles. Rafael del Castillo también le da datos por la radio. En la segunda
guardia, un pez volador impacta levemente en la cabeza de Caula y se lleva un
buen susto. Luego, con cuidado, los coge de una de sus alas y lo devuelve al
mar. Aunque ya tenían indicios, se confirma que a Caula no le gusta mucho el
pescado, “salvo el de cáscara, como las gambas”.
Hoy ha cocinado el Sr. Font. Si ayer hicimos nuestra primera
incursión en los menús colegiales, hoy hemos tocado de lleno la alimentación
hospitalaria: judías, patatas y cebolla hervida y pescado (dorado) a la plancha. Por primera
vez ha cundido un poco el desanimo y se ha oído un “con lo que se ha
tardado en cocinar, se podía haber hecho un bocadillo de pan crujiente de jamón
de jabugo 5J con tomate, que está mucho más rico”. El Sr. Font y yo, que
somos héroes del mar, y no nos amilanamos por una borrasca, nos ponemos
rápidamente a hacer un una macedonia con naranja, manzana, plátano y piña, y la
regamos con Ratafía. Estaba muy buena, así que un buen postre siempre deja una
buena sensación. Nosotros hemos trabajado en el Irenea la macedonia de frutas
profundamente. La cocina del troceado. Lo más socorrido es echarle ron, pero
este se diluye y pierde mucho de su sabor. Habíamos probado con Cantueso Oro,
un licor ilicitano para mentes adultas. También con Pedro Ximenez. Incluso con
Palo Tunel, un licor balear que producía –entre otros- un familiar
nuestro. Pero he de reconocer que este anisado con hierbas hace la macedonia
muy especial.
Algunos pensarán que la despensa del barco es incombustible, así
que les comunico que vamos a entrar en una etapa mucho más sencilla, pues la
mayoría de los productos frescos se nos han acabado. La fruta, con la macedonia
de hoy, esta a 0, salvo limones. Tenemos abundantes patatas, cebollas, ajos,
legumbres, pasta y arroz, así como un buen stock de latas y fiambres
emblistados. Tortillas mejicanas, pan de pita y pan tostado envasado. Madalenas
y galletas. No se preocupen, que no pasaremos hambre.