30.ENE.10 - POS.- 17 15 541 N 33 20 179 W TIME 19:00 GMT - 1

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Sat 30 Jan 2010 20:19

En navegación, entre Marina Rubicón (Lanzarote) y Marina Sansouci (Santo Domingo, Republica Dominicana)

 

En la primera guardia entramos el Sr. Font y yo. No comentamos materialmente nada, hay algo de cansancio. Seguimos a rumbo de componente sur. Antonio no se conecta a la rueda, pues lo ha hecho a las 16:00 horas. Así que ya tenemos los datos de meteo. Como la técnica avanza (o no, según se mire) solo nos conectamos el Selene III y el Niob VI-Cheyenne. Los demás barcos tienen  Iridium, y bajan sus propios pronósticos y reciben apoyo de tierra para sus decisiones de estrategia. Yo no renunciaría a la experiencia de Rafael. Pero es rara una rueda en la que solo hablan dos del Gran Prix.

 

A las 24:00 horas entran Antonio y Caula. Casi al final de la guardia, hacen un nuevo bordo rumbo norte. Ahora llevamos mayor con un rizo y una pequeña parte de génova, cazada por el interior de los obenques, evitando el gualdrapeo. A las 04:00 entramos Mañas y yo. No hablamos nada, salvo un comentario al amanecer sobre una nube que tiene forma de cocodrilo. Sobre las 06:00 nos entra una tormenta pequeña, y en algunos momentos damos rumbo 360º. Como vamos bastante rizaditos no tocamos nada, pero cuando vayamos con más trapo hay estar atentos. Luego volvemos al 320º. Toda la noche hemos tenido un viento de 10-15 nudos de componente Oeste. Esta noche ha sido luna llena, y aunque ha estado nublado, en algunos momentos la luz ha sido espectacular. Al amanecer, hemos visto el sol y la luna enfrentadas. He bajado a por la cámara, pero cuando he subido la luna ya estaba detrás de unas nubes bajas.

 

Y aquí seguimos, ciñendo por cuarto día consecutivo, ahora en condiciones más suaves. Me viene a la cabeza la primera vez que embarque en el Selene III, en Falmouth Bay, Antigua. Fue a principios de mayo del 2008. Volvíamos a Denia, vía Faial (Azores) y Tarifa. Antonio, Jürg y yo. El capitán me adelantó: “Vamos a ir ganando norte hasta que nos deje ir hacia Azores, siempre al borde entre las borrascas y la zona de calmas. Casi siempre iremos de ceñida o través. En el fondo lo prefiero, porque aunque con escora, el barco va más estable; en popa siempre hay un “bamboleo” que te vuelve un poco tarumba”. Y la verdad es que las predicciones su cumplieron.

 

Así que me planteo si hay gente de ceñida y gente de popa, como hay gente de izquierdas y gente de derechas. Parece obvio que todo el mundo prefiera navegar de popa, de hecho por eso se busca esta época del año para ir al Caribe. Pero lo crean o no, hay gente que prefiere ceñir, que prefiere ir contra corriente. En popa todo es más suave, el viento parece “desaparecer” pues la velocidad del barco se resta de la del viento real. Para la mayoría el aparejo es más difícil de manejar, y hay movimiento, pero se vive mejor. Además, navegar contra el viento es navegar contra natura. Para otros, el mantener una derrota estable, aun con cierta escora, y siempre que no tengas muchos pantocazos y rociones, es una navegación plácidamente. La sensación es de mucha más velocidad, pues al viento real se suma tu velocidad de bañase. Pura adrenalina.

 

Ha habido algunos navegantes que han dado la vuelta al mundo ”al revés”, ciñendo. Imagínense pasar el Cabo de Hornos en sentido contrario. Me acuerdo del libro “Contra los Alisios”, en la que Román (ahora Capitán del pailebote Santa Eulalia) navega desde Buenos Aires hasta Canarias con un pequeño barco.

Históricamente, la gente, cuando venía mal tiempo, “corría el temporal”, siempre que no tuvieran costa a sotavento; echaban largas estachas por popa, para aminorar la marcha y amortiguar las bajadas de las olas, evitando el peligro de “pasar por ojo” (volcar en sentido popa-proa), y se ponían en sentido del viento y del mar. El famoso navegante francés Bernard Montessier fue de los primeros en afirmar que en condiciones extremas, con el trapo justo para acompasar la velocidad a la cadencia de las olas, y enfrentándose a ellas con el ángulo correcto, se podían superar los temporales, e incluso avanzar en tu derrota.

 

Mucha gente dirá que lo mejor es un poco de todo, pero eso no sería ser políticamente muy correcto, vamos “un chaquetero”. Luego, hay condicionantes. Si duermes en proa, obviamente eres de popa. Te haces un poco apartida. Si vas en popa, lo lógico es que seas de popa. También es importante el tipo de barco que tienes, tu “casa”. Si tienes un barco de popa abierta, planeador, pues eres de popa. Si tienes un barco de proa afilada y buen ceñidor, pues a navegar de bolina.

 

La gente más “bien” prefiere la popa. Los más valientes e intrépidos, la ceñida. Esto conlleva disgustos: “Alicia, el niño nos ha salido de ceñida; nosotros, que hemos sido toda la vida una buena familia de las de popa”.

 

Por supuesto, existen unos seres indeterminados. Son los de centro. Les gusta el través. Pero las carenas de los barcos se diseñan para cortar las olas o surfearlas, no para que te golpeen en el centro. Pero bueno, con un mar y un viento razonable, la postura central es un buen balance entre las otras dos. No todo tienen que ser extremos. Luego, como en política, hay grupúsculos indeterminados (los del largo, los del descuartelar, etc.) pero no son más que pequeñas variaciones de lo que realmente importa.

 

Hoy ha cocinado Toño. Macarrones a la colegiala (con tomate, cebolla y champiñones. Con su queso rallado y todo). De postre, piña en su jugo con nata.

 

Por primera vez hemos recibido algunas informaciones que de verdad nos importan para este viaje: los insultos de la Aguirre a Gallardón, el embarazo de Carolina Cerezuela, el cierre del Bulli. En la bajada a Marina Rubicón, hablamos profusamente en la bañera de Belén Esteban y su nueva nariz. Como somos unos desagradecidos, ahora ya nos hemos olvidado de ella.

 

Como insinué ayer he pedido a algunos miembros de la tripulación que piensen cual es su actriz favorita que encara el concepto de dura pero bella. En arras de la calidad informativa, me abstengo de hacer comentarios:

 

Caula.- Meryl Streep

Font.- Ava Gadner

Mañas.- Julia Roberts

Toño.- Le ha dado muchas vueltas. Al final ha dicho Rossy de Palma.