En navegación, entre Marina Rubicón (Lanzarote) y Marina Sansouci
(Santo Domingo, Republica Dominicana)
Después de hacer una cena ligera (solemos hacer alguna sopa de
pasta o una crema, la de ayer de espárragos, de sobre) entran de guardia Mañas
y el Sr. Font. En principio intentamos pasar entre St. Martin y St. Barthelemy,
un canal de unas 6 millas
de de anchura, con algunas islas por medio. Vamos a orejas de burro. La mayor,
al completo; el génova, un 75% desenrollado, lo que nos permite el tangón sin
que la vela haga mucha bolsa. Últimamente estamos poniendo la punta del tangón
más abajo, para tensar baluma, y parece que funciona bien. Como vemos que vamos
a pasar de noche, decidimos ir al sur de St. Barthelemy. Cambiamos de rumbo al
240º. La primera guardia transcurre con cierta tranquilidad, sin avistamiento
de barcos ni nada especial que remarcar. A las 24:00 horas entran de guardia Toño
y Caula. Como no damos muy bien rumbo trasluchámos la mayor, pero seguimos con
el génova atangonado ahora en la misma banda de estribor. En un momento dado
entra un pequeño chubasco; reducimos génova pero pasa sin pena ni gloria. A las
02:45 ven los destellos de la luces de las dos islas. Caula pide que se tome
nota del acaecimiento, y que fue durante su guardia. Así queda registrado en el
cuaderno de bitácora.
A las 04:00 entramos el Sr. Font y un servidor. Estamos a 12 millas del sur de la
isla, con un pequeño islote más cercano en el sur (la “Ile Coco”),
y damos rumbo 244º para pasar a unas 5 millas de la misma. Yo voy
controlando el rumbo, y el Sr. Font, a las luces y a las nubes. Vemos un velero
que va a motor, nos pasa por proa a menos de una milla. En un momento dado nos
parece oír un motor fueraborda y los típicos golpes de una neumática contra el
mar, pero no vemos ninguna luz ni nadie se acerca. Algunas nubes negras pasan
sobre nosotros, pero sin agua ni cambios de viento. Sobre las 06:00 hemos
pasado al través de St. Barthelemy, y intentamos dar rumbo un poco más norte,
aunque vamos a límite de ángulo aparente por la aleta y no nos permite subir
mucho. A las 07:00 empieza a clarear, y al levantarse Antonio, trasluchámos la mayor
a babor, volviendo a ir a orejas de burro. Damos rumbo directo a la punta suroeste
de la isla de Saint Croix. A las 10:30 de la mañana nos entra viento del Sureste,
de 15 nudos; volvemos a trasluchar la mayor, y quitamos tangón del génova; y
así seguimos hasta ahora, con el viento de través, siempre por encima de los 7
nudos, y al rumbo 264º. Como dicen el Costa Rica, “Pura Vida”.
Esperamos pasar la St. Croix
esta noche sobre las 02:00, y luego ya daremos un poco más norte, casi rumbo
directo a Santo Domingo. Bueno, ya nos vamos acercando al fin. Además, Antonio se
baja un parte y confirma que las previsiones son de tener estos 15 nudos de sur
por lo menos hasta el lunes por la mañana.
A primera hora de la mañana, cuando tenemos al través las islas de
Saint Eustatius y Saba, descubro que tenemos cobertura de la telefonía móvil,
así que se produce una pequeña orgía de comunicaciones con tierra. Luego,
seguimos a nuestra historia. Parece ser que las dudas sobre el Acrobat han
salido publicadas en las noticias del Gran Prix. A primera hora de la tarde nos
llama Amador, el armador del Acrobat. Ahora está a casi 100 millas, pero por que
han realizado una recalada en Engligh Harbour (Antigua), a reponer provisiones.
Las explicaciones apaciguan a Antonio, que sigue sin ver claro como en una
noche, los de 40 millas
por delante damos rumbo norte, y los de 40 millas por detrás dan
rumbo sur (Pilar) y ellos pueden dar rumbo Oeste puro. Pero bueno, asunto
zanjado (por ahora). Pero como el ser humano es de naturaleza reiterativa, y la
realidad se empecina en ponernos a prueba, nos enteramos que el Estella Maris
ahora está a 30 millas
por nuestra popa, un avance espectacular. Y otra vez las dudas, los motores, las
conversaciones taberneras en bañera. Hay unanimidad general que se pueden
organizar las cosas algo mejor, y que se podrían precintar los motores, comos
se hacen en otras regatas.
Hoy ha cocinado Mañas. Hemos hecho un aperitivo de mejillones,
aceitunas, almendras y sardinillas. Algunos han tomado vermouth, porque debemos
confesarlo: solo nos quedan 6 latas de cerveza San Miguel. Reconozcámoslo: es
quizá el momento más crítico de la travesía. Para comer, hemos aprovechado la
ingente cantidad de ensaladilla que sobró de ayer, algunos con la vinagreta,
otros con mayonesa. De postre, un poco de chocolate sin leche y sin azucar
añadido.