13.DIC.10 - POS.- 14 04 50 N 60 56 58 W TIME 19:30 LT (UTC-3)

Amarrados
en Rodney Bay Marina. Santa Lucía. Pantalán D. Amarre 28. Este último
post va dedicado a Paco Caraballo, por razones que el sabe. Seguimos navegando toda la noche con spi, y vientos muy ligeros. En
un momento dado, se nos lía con el génova enrollado, y nos lleva un tiempo
quitarle las vueltas. Juan sale a echarnos una mano. Tenemos tráfico de barcos
de pasajeros entre islas. A las 03:00 decidimos hacer unas horas de motor, para
parar al amanecer, y hacer la llegada a vela. Cuando amanece, ya tenemos la isla de Santa Lucía por babor y la de
Martiníca por estribor bien a la vista. Vamos avanzando con génova y toda la
mayor, el viento por la aleta; daría para el spi, pero estamos un poco
vagos. A Un fotógrafo se nos acerca en una neumática, y va dando vueltas a
nuestro alrededor y haciendo fotos. Una de las veces pasa tan cerca que parece
que le vamos a dar, pero nos esquiva hábilmente. El viento es del Este, así que
cada vez vamos ciñendo más. Hay algo más de 10 nudos, llegamos con cierta
alegría. Caula va a la rueda, y tiene el honor de pasar la línea de llegada a
las 10 horas, 50 minutos, 55 segundos hora local. El barco del comité nos
felicita por haber completado la travesía. Hemos tardado 22 días, 2 horas, 50
minutos y 55 segundos en recorrer Luego, quitamos velas y entramos en la marina. Conforme pasamos, los
barcos hacen sonar sus sirenas. Nos recibe la gente de Ya hemos llegado. El ambiente de la tripulación es de alegría
contendida. Luego, tranquilidad; y la rutina de pasar por Aduanas e
inmigración, por Por la noche, después de las duchas, salimos a cenar en un
restaurante de la marina. Antes, nos cruzamos con la gente del Sir Drake, y
charlamos sobre la travesía. También nos acercamos a ver a la gente de Ágape.
La gente se decanta en la cena por clásicos del Caribe: costillas, pollo a la
parilla, y yo me tomo un buen solomillo. Hay algo de ambiente de fiesta, aunque
comedido. Nosotros, después de conseguir algo de hielo, nos vamos al barco.
Juan considera que somos un poco “setas”, y deberíamos hacer algo más
por integrarnos. Y ya está el Irenea en Santa Lucía. Más de tres años de sueños,
ideas, preparaciones, instalaciones, pruebas, ajustes. Dos travesías realizadas
en el Infoveleros para adquirir experiencia y prepararse mejor. El viaje en
verano a Cádiz y Canarias. La semana en Las Palmas antes de la salida; por
último, la travesía. Al final, como tantas veces, casi ha sido mayor el
esfuerzo previo que el hecho en si. Hemos tenido una navegación tranquila, con
vientos nunca superiores a los 15 nudos, salvo los 3 o 4 días de alísio
entablado, que tuvimos entre 20 y 25 nudos. El Irenea se ha portado muy bien.
No hemos roto nada, salvo el grillete del puño de amura del génova, que se
cambio en 3 minutos, y la relinga del pujamen del gennaker, cuyo cabito le lió
con la escota y se estiró, pero ya lo reparamos en navegación, no tiene ni que
ir al velero. A bordo, hemos abierto el botiquín de curas en Rodney Bay, donde
Manuel se dio un pequeño corte en le pie cuando estaba en la piscina. Ni una
tirita en navegación, ni una pastilla de la aproximadas 1.000 que llevamos. Y para terminar, como no, ser agradecidos. En primer lugar, a la
tripulación. Este viaje nunca hubiera sido el mismo sin Manuel, Juan y Caula.
Sin ellos, nunca hubiera sido posible esta travesía. También sin Mateo, que
siempre ha sido el “tercer fratelli del Irenea”, y al que echamos
mucho de menos. Esta ha sido en cierta medida también su aventura, por los
meses de planificación, la navegación a Canarias, la ayuda en los
mantenimientos en Las Palmas, y su apoyo en la salida. Marcarse objetivos y cumplirlos puede parecer un logro singular a
simple vista. Pero por una extraña lógica compensatoria, cada vez que alguien
hace algo, requiere de la renuncia de otra persona a una parte de sus
intereses. Así pues, nada podemos hacer sin la generosidad de los demás. Y por
tanto, el gran merito no es de la gente que hace las cosas, sino de los que sin
pedir nada a cambio renuncian a algo para que estas personas consigan sus
objetivos. Esta es en realidad la travesía de Montse, de Mateo, de Cristina; de
Diana, de Manuel, de Luis; de Sara, de Rusty y Uma; de Ana, Mariano y Xevi.
También la de Paco, la de Manuela, Rosa y Nano. Gracias por apoyarnos y por
vuestra generosidad. Ahora, nos toca a nosotros corresponder. |