28.MAY.08 - POS.- 37 07 N 11 49 W TIME 21:00 UTC

Los viajes del Irenea
Amancio Macia
Wed 28 May 2008 20:18

La primera guardia de las 21:00 a las 23:00 es un poco especial, pues la hace Antonio, pero como comunica por radio BLU a las 21:30 con el Tracsa, y a las 22.00 empieza la Rueda, pone el radar y controla intensidad y dirección de viento y rumbo y velocidad del barco. Yo me quedo en alerta por si hay que hacer alguna intervención, y Jürg descansa.

 

Volvemos a las guardias en interior y con radar, pero sabemos que el viento nos va a rolar progresivamente hacia el W (a popa), por lo que vamos abriendo génova y mayor. La intensidad sigue más o menos constante, de 15 nudos. El mar, más estable. En las guardias se avistan cada vez más cargueros, en rumbo claro a Gibraltar, y en dirección Norte – Sur o Sur – Norte.

 

A las 06:30 me llama Antonio, pues el viento ya se ha puesto completamente de popa, y vamos a cambiar velas. Veo el saco del Spi por medio, pero al final decidimos montar orejas de burro, con la mayor a sotavento, y génova atangonado. Llevamos este aparejo hasta las 13:00 horas aproximadamente, que el viento rola un poco a WSW, y nos permite dar el mismo rumbo con mayor y génova en la misma banda.

 

El despertarnos todos pronto ha alterado un poco la rutina diaria, y hemos estado en bañera los tres desayunando y charlando hasta las 10:00 UTC. Luego, después de la comida, Jürg y Antonio han tenido siesta de reglamento, miento yo intento acabar “La casa de los Espíritus”

 

Mañana, sobre las 12:00 horas, estimamos ver el Cabo San Vicente, aunque lo vamos a dejar a unas 20 millas, en rumbo directo a Tarifa. El pronostico es que el viento role a la otra banda esta noche (de hecho, las cosas se afinan tanto que pensamos en trasluchar con el cambio de guardia, a las 07:00 horas) y progresivamente va a descender a 10 nudos, y luego a 5, de popa / aleta, por lo que pensamos que seguramente nuestro acercamiento al estrecho sea a motor. Por lo meno parece claro que va a soplar poniente, y no vamos a tener problema en pasarlo.

 

Pero las cosas nunca son lo que parecen. De hecho, el gulasch que ayer cocinamos con mimo y hemos comido hoy se ha convertido en una ternera a la jardinera. Y eso que le eche una botella de vino tinto.