Esperando a Neptuno

Crónicas desde el océano
Quetu
Wed 4 May 2022 08:55
Miércoles 4-
El viento a la noche calmó y esta madrugada se deja saborear. El barco sin escora y sin olas me permitió dormir las horas asignadas y mi energía es muy diferente a la de los días pasados, no tener que mantener el equilibrio con la espalda convierte al barco en un espacio en el que da gusto estar habitando. Alex propuso hacer un licuado de frutas mientras esperamos que Miky se despierte y yo continué con mi lucha diaria de des-salar el cockpit. “Amigos! Vengo aquí a reivindicar nuestro dulce río marrón. Sus aguas son siempre un bálsamo fresco para nuestro cansancio y nuestro calor. Podemos zambullirnos, nadar, lavarnos el cabello con shampú, lavar la ropa, los platos, refrescar la cubierta. Tirarnos en todo momento un baldazo benefactor. Nada de eso es posible con el agua de mar. La sal es tirana.
Venimos solo con mayor a unos 6kt y estamos haciendo rumbo a unas islas desoladas que vimos en el mapa, para saber que hay, para pasar cerca, para ser más conscientes de las cualidades remotas del océano. En unas horas cruzamos el ecuador y mi alma está entusiasmada como niña en su cumpleaños. Neptuno ¡Allá vamos!