Horta ❤️
Crónicas desde el océano
Quetu
Fri 7 Oct 2022 18:54
Volvió el calor. Volvimos a andar descalzos, a prender los ventiladores, y a gozar de la brisa nocturna que entra por las escotillas cuando no hay olas. A gozar de una brisa suave y un horizonte plano, sin rompiente ni aguas grises. El cielo volvió a su color original: Celeste. El té de la mañana pasó a ser jugo fresco y las comidas son alimonadas y livianas. Volvieron las ganas de hacer maniobras, de estar en cubierta, de mirar las estrellas y hablarle a la luna. Nos reencontramos con lo hermoso de navegar. Y mañana llegamos a Horta.
Mi segundo cruce oceánico en seis meses concluido, nuevamente un gran éxito espiritual y esta vez, un éxito laboral también. Me he hecho cargo de las guardias y de varios trabajos a bordo. Descubrí mis puntos débiles que -en un barco tan grande, tan grande y con tantas máquinas y computadoras- me tapaba los ojos si no los veía. Mis puntos fuertes son muchos. Me acordé de Justi cuando al hacer mi primer cruce le pregunté cuál sería su consejo, -Primero: vos sabés navegar.- Me dijo. Haciéndome entender que no debería achicarme por la experiencia nueva, sino confiar en mis conocimientos y ponerlos en práctica.
Hoy puedo decir que sí, yo se navegar.
Y también puedo decir que es lo que más me apasiona hacer en la vida. Que representa todos los días un nuevo desafío, un sube y baja del autoestima, pero sobre todas las cosas representa todas las mañanas que madrugué para ir a correr regatas, todas las horas que sufrí mojada en la banda, todas las veces que vomité, que la pasé mal, que superé mi estupidez y que aún así me esforcé para dar lo mejor que tenía.
Estimados lectores: Esto es la pasión.