Ya hemos pasado a otro océano, que viva el Pacifico, siempre es interesante conocer mares nuevos.

El transito del canal es impresionante, ver como entras en un callejón muy alto, y ver como vas subiendo 9 m. en aprox  5 minutos, salen unos remolinos tremendos al meterle agua, impresionante, hay tres esclusas  y lo mismo cuando bajas son dos esclusas, salimos sobre las 3 de la tarde del atlántico, ciudad de Colon, y llegamos al lago Gatún sobre las 6:30, ya anocheciendo, nos abarloamos a unos barcos de la regata, y allí pasamos la noche tranquilamente.

sobre las 7 de la mañana vino el piloto, ( todo el trayecto viene un piloto) que indica las maniobras.

El procedimiento es que vamos abarloados tres y en nuestro caso 2 barcos, hay dos cabos en proa y dos en popa, o sea cada barco lleva dos amarras unidas a personal que va andando y cuando estamos en la esclusa se amaran a las bitas, y empieza a subir o bajar el agua, pero mucho agua, ya que son grandes.

 

Muchas son las cosas por las que el cruce del Canal de Panamá ha sido impresionante, la infraestructura, entre ellas grandes dragas trabajando a todas horas para mantener la profundidad del canal, la cantidad de luces de marcación para orientar a los barcos en las diversas viradas que tienen que dar. Por otro lado, están  los medios humanos, los que te siguen con las líneas durante todo el transito de las exclusas, los pilotos, uno por barco, que en nuestro caso, se llamaba Ricardo, una persona muy amable y con un gran conocimiento sobre la historia y el funcionamiento del canal.

Durante el transito pasamos por debajo de los dos puentes que lo cruzan, el de las Américas y del Centenario, las únicas dos vías posibles para cruzar el continente americano de sur a norte

 

En unas horas salimos hacia la Isla de Contadora, a 35 millas de Panamá, y se embarca Eddy un compañero del puro Panamá, que nos acompañara hasta Galápagos, un placer el recibirle y estamos seguros que va ha ser una buena singladura, el Joven de Eddy, tiene mas de 70, para que vallan aprendiendo los cobardes, buen ambiente.

Llevamos unos 20 días navegando por Panamá,  haciendo tiempo para la siguiente singladura, y a Galapagos, y la verdad que para los lobos de mar esto es mucho tiempo en tierra, y ya echamos de menos las guardias, comer con el vaso entre las piernas, para que no se caiga, y sobretodo que nos de en viento fresco.

 

También nos acordamos de todos vosotros, y en mas situaciones que os pasáis, nos acordamos mucho de las cosas que hemos dejado, y que sin vosotros esta hasta que punto sería posible.

mil abrazos.