Final de Viaje

TUGELA
Nicolas Gonzalez
Mon 27 Oct 2014 00:21
Estimados amigos seguidores del Tugela,

Recién hoy tengo tiempo de sentarme a escribir estas palabras porque han sido dos días largos y de mucho trabajo...

Toda navegación transatlántica es siempre un gran desafío ya que son muchos factores a tener en cuenta y la mayoría no
dependen de uno mismo, así que se puede decir que la suerte también es necesaria en este tipo de navegaciones,
digo esto porque a veces pasan cosas que uno no imagina que le van a pasar o que no cree que le puedan pasar...
Esta vez nos tocó un cruce algo atípico, primero se nos rompió la vela mayor al tercer día de navegación y tuvimos
que desviar el curso para entrar en Málaga y hacerla reparar, entonces ya estuvimos condicionados toda la travesía porque
la vela mayor había que cuidarla mas de lo normal así nos acompañaba hasta destino... Por suerte acompañó.
Luego salimos del Mediterráneo y nunca encontramos los alisios del norte con su intensidad normal, así que debimos 
navegar muchos días a motor y debimos hacer un pit stop en Cabo Verde para repostar combustible... lo normal en esta ruta
es que desde Gibraltar hasta los Doldrums siempre sopla viento NE de entre 15 a 25 nudos, pero esta vez no fue así, entonces
para que el barco tenga suficiente autonomía debimos navegar a motor en un régimen suave y eso nos daba menos velocidad
que lo normal e hizo que la travesía se hiciera bastante más larga de lo previsto.
Ya en Brasil, en lugar de tener vientos portantes del Este Sur Este tuvimos viento del Sur con bastante intensidad e hizo que
entráramos en Bahia, Stop no programado. En Bahía dadas las circunstancias se nos bajaron Camille, Pistola y Leandro.
Esto hizo que la etapa Bahía a Río fuera muy dura para Pololo y para mi, además se sumo el accidente que tuvimos con el 
barco de pesca lo cual complicó mucho más las cosas porque luego de ello ya no pudimos ni dormir por 3 días....
Para los que no saben, no lo quise hacer público hasta tener al Tugela amarrado en Punta del Este, pero nos sucedió lo siguiente:

El día 11 de octubre de 2014 a las 07:00hs partimos de Salvador con destino Punta del Este y escalas. Nuestra navegación transcurrió con total normalidad durante todo el día 11 con vientos leves del sector Este y mar tranquila con ondas largas y profundas. Al anochecer del sábado 11 de octubre había buena visibilidad y los vientos aumentaron su intensidad hasta alcanzar los 15 nudos (Fuerza 4) del sector Este 085 grados, la mar se puso picada con ondas largas.

El Tugela navegaba a vela a una velocidad aproximada de 8 nudos con un rumbo verdadero de 180 grados.

A la hora 00:30 del 12 de octubre me toca la guardia de cubierta, la cual tomo sin ninguna novedad, como es mi costumbre navegando cerca de la costa utilizo el sistema visual, el radar y el navegador con AIS para advertir de los distintos peligros que puedan haber en el camino, sin ser distinto esta vez chequeo todos estos instrumentos cada 10 minutos sin pausa. A las 13:30 am visualizo algunas luces en el horizonte, trato de identificarlas en el radar pero sin ninguna suerte, no se refleja nada en el mismo. A las 13:55 tengo certeza de que son barcos de pesca y están cerca porque veo a nuestro estribor y a nuestro babor dos grupos de dos luces, vuelvo al radar y tampoco se refleja nada, el sistema AIS tampoco advierte ningún barco, así que salgo para la cubierta y en el instante que estoy llegando a la misma siento un estruendo muy fuerte. Cuando miro hacia proa veo que hemos impactado con algo grande, salto al timón inmediatamente cambiando el rumbo hacia el este para separarnos de la embarcación que estaba golpeando contra nosotros. Todo transcurrió muy rápido pero pude darme cuenta que habíamos colisionado con una embarcación de madera.

Inmediatamente llamé a la tripulación a viva voz la cual subió a cubierta y les pedí que bajaran la vela inmediatamente. Ya a motor, hice un giro en redondo para acercarme a la barca de pesca por su popa y ver cuales eran los daños, al mismo tiempo indiqué a uno de mis tripulantes que revisara la proa de nuestro barco e hiciera un control de daños, reportando el mismo a los pocos minutos que nuestra embarcación no sufría grandes daños, solo superficiales.

Cuando me acerqué a la barca de pesca y giré a su alrededor comprobé que la situación era compleja porque corría riesgo de hundirse ya que le faltaba toda la proa, también comprobé que no sería fácil rescatar a la gente con nuestro barco debido al oleaje que ocasionaba un balanceo muy brusco a nuestro barco.

Escuché por VHF que venía otro barco de pesca al rescate por lo tanto me quedé un poco mas tranquilo, de todas formas agarré una balsa salvavidas de las dos que hay a bordo del Tugela y la dejé lista en popa con la línea amarrada para ser lanzada y rescatar a las personas en caso de ser necesario. Al mismo tiempo, me volví a acercar por su popa ya que había dos de sus tripulantes subidos a una balsa precaria y pretendían acercarse a nosotros, intenté acercarme bastante pero la proa de mi barco se movía muy bruscamente y corría riesgo de aplastarlos con la misma, al mismo tiempo el viento hizo que caiga la proa y ya no la pude aguantar contra el viento. Se podía ver que se acercaba con rapidez el otro barco de pesca que venia al rescate así que ellos mismos abortaron la misión de la balsa y volvieron a subirse a su embarcación. Yo siempre mantuve el barco a sotavento o detrás de ellos por si alguno de los tripulantes llegase a caer al agua estar bien posicionados para socorrerlo.

Ya eran como las 02:35 cuando se amadrinó la barca rescatadora a la siniestrada, como a las 02:40 se separan los barcos y pregunto por VHF si estaban todos a salvo, y me contesta el capitán del barco siniestrado, Marcelo que estaban todos bien gracias a Dios, así que fue como un gran alivio saber que no había ninguna victima ni heridos.

Seguimos hablando por VHF durante 30 o más minutos en los cuales nos hicimos apoyo sicológico mutuo, lamentamos lo sucedido e intercambiamos nuestros nombres y datos de contacto. Así mismo les informé que nuestra intención era seguir hasta Río de Janeiro ya que ningún otro puerto de la región tiene suficiente calado para albergar nuestra embarcación y una vez arribados allí nos pondríamos en contacto para seguir el curso legal de este accidente.

Lo mas importante y de lo que nos aferramos fue que no había que lamentar ningún herido y ninguna victima. A las 03:30 nos despedimos entonces y nos deseamos buena navegación mutuamente cada cual a su destino.

 

Sin lugar a dudas, lo mas incómodo e increíble de todo esto, es que todos estos barcos de pesca no se pueden visualizar con un radar y no tienen AIS.


Sin dudas nos sucedió algo que no se lo deseo a nadie y nunca pensé que me fuera a suceder...
Por suerte no hubo ningún herido y solo fueron daños materiales.

Seguimos navegando hasta Río de Janeiro durante 3 días más donde el ultimo día y medio fue de popa con hasta 40 nudos de viento, lo increíble es que a pesar del
viento y el oleaje seguimos esquivando barcos de pesca sin AIS y sin luces de navegación hasta nuestra llegada a Río...

Una vez en Río fuimos a La Capitanía e hicimos la protesta de mar, además de todas las declaraciones necesarias correspondientes al accidente,
apenas terminamos soltamos amarras ya con Leandro a bordo y seguimos viaje, el tema quedó en manos de abogados.
La gente de la Marina de Brasil en la Capitania nos trató muy bien, nos ayudaron en todo y se interesaron mucho en la problemática que implica este tipo 
de peligros para el navegante.

De Río fuimos a motor hasta Ilhabela donde paramos solo a poner combustible y de ahí hicimos directo hasta Florianopolis para escondernos de un frente frío que entró en la zona
y duró un día y medio. Ya desde Florianopolis hasta Punta del Este fue una navegación muy placentera y de viento franco con corriente a favor, así que metimos buenas singladuras
y demoramos nada mas que 3 días para 650 millas...


El ser Capitán y tripulante de un barco tan grande implica mucha responsabilidad y el desafío mas importante es cuidarlo y mantenerlo
de la manera correcta para que siga siendo confiable, seguro y mantenga su belleza, así que nos tardamos por lo menos dos
días de arduo trabajo para lavar, limpiar, lustrar, acondicionar, y desalinizar todo el barco,
hoy ya el Tugela volvió casi a ser el mismo barco que soltó amarras en Barcelona, digo casi por que en una semana mas volverá a ser el mismo y quizás esté mejor...

El Tugela es un gran barco, todo diseño de German Frers tiene la ventaja de que navega muy bien en todas las condiciones y todo barco contruido por Nautor Swan
tiene la ventaja de ser un Mercedes Benz, no hay comparación alguna con respecto a los otros barcos en los cuales he cruzado el océano, sin lugar a dudas esta
ha sido la navegación mas segura y mas placentera que he hecho hasta ahora...

Es muy importante elegir con quien navegar y por suerte esta vez no me equivoqué, Leandro es un terrible marinero y tiene mi misma filosofía, así que estuvo a la altura y
puedo decir que fue un placer navegar con él y cruzar el océanos juntos, lo elegiría nuevamente.
El Pololo es un gran valor, nunca ni un si ni un no, además cuando las papas queman esta al pie del cañón aportando su experiencia y colaborando en las decisiones difíciles,
es terrible cheff y gran compañero, lo volvería a elegir.
Camille mas allá que es mi hermana demostró unos cojones de la hostia.... hay que fumarse a cuatro hombres en un barco durante tantos días..... también fue de gran aporte
y le dió un toque femenino a la tripulación que sienta muy bien para la armonía a bordo, es muy valiente, la volvería a elegir...
Ernesto primero y Pistola después, grandes compañeros, buenos amigos, grata compañía, son unos grandes, los volvería a elegir. 
Agrego que Pistola es muy divertido, navegar con el tiene un plus, siempre con un chiste en la manga y colaborando a full.

Desde ya agradezco mucho a todos los que han colaborado con el Tugela y con cada uno de nosotros para que este proyecto haya salido adelante con éxito,
y también hago un agradecimiento especial a nuestras familias que siempre están ahí pendientes y nos extrañan!!!

Será hasta la próxima singladura,


Saludos, Nicolás Gonzalez
TUGELA